Antonio Aguirre

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Otro de los objetivos de la franquicia perversa de los socialistas comunistas del siglo XXI, aparte de crear la lucha de clase y destruir las economías de los países engañados por sus preparados charlatanes internacionales, es convertirnos en zona de guerra.

Este nuevo objetivo es más diabólico que todos los anteriores e involucra a toda Sud América creando bases militares estratégicamente ubicadas en los paises donde la tendencia tuvo y tiene resonancia política.

Comenzó en nuestro país, al inicio del Gobierno de la Revolución Ciudadana cuando se caducó el tiempo para el uso de la base aérea de Manta, sin permitirle a los Norte Americanos que la operaban renovar su concesión, lo que permitió el mayor tráfico de drogas y la vía libre para que potencias socialistas comunistas desarrollen sus macabros planes.

Hay informaciones que una gran base que los iraníes estarían construyendo en el oriente venezolano con trabajos muy adelantados a punto de ser concluidos y la otra posiblemente en Argentina en la provincia de Neuquén construida por el imperio Chino. La supuesta construcción de estas bases vendrían acompañadas de la presencia masiva de iraníes en un caso y chinos en otro, que no solamente vendrían a trabajar en las obras sino también para adoctrinar a los nativos y empezar la preparación subversiva de la población.

Todo esto ocurriría en países que se presentan al mundo como soberanos e independientes cuando en realidad son y fueron tiranos, sumisos, corruptos y dependientes, estas podrían ser situaciones en las debería intervenir la OEA cuyo Secretario General ha sido parte de ellos, de ser comprobadas estas denuncias nos estarían forzando a involucrarnos en aventuras nucleares que a los que la gran mayoría de latinoamericanos no nos interesa.

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