Opinión

VIOLENCIA… MALDITA VIOLENCIA

Gabriel Navas Vinelli (Gueiby)

gabnavas@gye.satnet.net

Desde los inicios de la historia de la humanidad la violencia ha jugado un papel predominante, reza en la biblia al referirse a la muerte  de Abel por manos de su hermano Caín, así como la matanza de los inocentes ordenada por el Rey Herodes, a esto se han sumado las guerras entre tribus, pueblos hermanos y entre naciones, quienes enarbolando  la bandera del triunfo manchada por la sangre de los caídos, hacían alarde de la violencia con que se ensañaban,  todo esto no los narra la historia, pero hoy, con los adelantos de la ciencia podemos ver estas tragedias, y más a través de la pantalla.

La televisión y el cine son las escuelas donde las mentes perversas aprenden cada día más como asesinar a sus víctimas, como asaltar con violencia y asesinar a sangre fría.

Es momento ya de levantar nuestra protesta y pedir a través de una postura  honesta y no solapada, se censura películas y programas que solo enseñan a matar, poco falta que a los niños desde las maternidades y en sus pequeñas cunas los distraigan con chinescos en forma de pistolas o de granadas, no es mojigatería pedir que los menores no se mantengan prendidos frente a la televisión viendo tanta violencia.

A la tv la están convirtiendo en la “niñera de los infantes”, a decir de muchos, mientras las madres están haciendo sus quehaceres en el hogar.

Está maldita violencia es aprendida también a través de las noticias que se divulgan por todos los medios, destacando que tal o cual delincuente ha sido anteriormente  capturado cinco, seis, siete o más veces, y que han salido de las cárceles por la gracia de quien sabe quién.

Entre las escuelas de violencia están los juegos de nintendo, play station, entre tantos más, que se comercializan libremente o que se descargan por internet.

Estos y más medios ayudan a formar las escuelas de violencia de la que forman parte: la violencia a la mujer, a la infancia y ahora vemos que se suman a los ancianos.

Por todo esto, pongamos de nuestra parte y busquemos detener está maldita violencia a través de exigir a quienes corresponda apliquen todo el rigor de la ley a quienes las infringen, se creen escuelas de orientación y capacitación en las cárceles, penitenciarias y correccionales y todos nos unamos para luchar con este maldito mal que nos aqueja.

“Los buenos somos más”

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