Venezuela anuncia la derogación de la ley de control de cambio de divisas
Aunque faltan los detalles concretos, sería un giro muy simbólico
La Asamblea Constituyente, el pseudoparlamento con el que el chavismo ejerce el poder absoluto sobre Venezuela, anunció hoy la derogación de la «Ley de Ilícitos Cambiarios», aprobada por Hugo Chávez el 5 de febrero de 2003 y que prohíbe a los ciudadanos comprar divisas sin permiso del Gobierno, una de las múltiples causas de la hiperinflación que sufre el país. Una medida que, de confirmarse, supondría un fuerte cambio de rumbo a la política de Nicolás Maduro.
En un discurso, Tareck el Aissami, exvicepresidente y actual coordinador de políticas económicas de Maduro, anunció a la cámara la derogación de la ley: «A partir del 20 de agosto el país queda facultado para dirigirse a la casas de cambio y hacer cualquier operación de forma transparente, legal y segura».
«El decreto facilita que cualquier persona haga operaciones legalmente, bajo el amparo de nuestra Constitución y las leyes, sin que incurra en ningún tipo de ilícitos o sea víctima de cambistas que colocan marcadores criminales», afirmó. Así, el Gobierno quiere «superar y derrotar los marcadores criminales de la guerra económica», en referencia a las casas de cambio ilegales que operan en el país ante la imposibilidad de obtener divisas legalmente.
Aissami no anunció más detalles, por lo que es imposible conocer el alcance de la ley y si liberará por completo el mercado de cambios o seguirá dejando múltiples restricciones. Pero si la derogación de la ley es completa, sería un paso muy simbólico en la marcha atrás a la política económica iniciada por Chávez tras su llegada al poder, después de que Maduro reconociera el pasado lunes que «los modelos productivos» propuestos por el chavismo «han fracasado».
Un paso necesario
El fallecido expresidente introdujo el control de divisas en 2003 después de una fuerte huelga nacional durante gran parte de 2002 que hundió la producción petrolera y paralizó el país. Con esta medida, el Gobierno controla el flujo de divisas y el tipo de cambio, con restricciones para los que quieran cambiar dinero.
El plan desembocó en una ristra de distorsiones y trampas: el Gobierno manejaba distintos tipos de cambios, por lo que personas afines al chavismo podían obtener dólares muy por debajo de su valor de mercado. Además, muchos ciudadanos aprovecharon para viajar solo para poder comprar dólares a la tasa controlada y vender luego al precio del mercado paralelo, obteniendo beneficios inmediatos. Y las empresas redujeron sus inversiones, al tener restricciones para sacar dividendos del país y verse obligadas a comprar bolívares al tipo más beneficioso para el Gobierno, mucho más caro.
En la actualidad, la falta de divisas por el hundimiento del precio y la producción de petróleo ha paralizado el sistema de cambios, porque el Gobierno ya no tiene dólares para cambiar. El levantamiento de las leyes permitiría, al menos, estabilizar el precio de la divisa, que ahora depende del mercado negro, y facilitar las importaciones de bienes extranjeros, fundamentales para cubrir la fuerte escasez interna. Un primer paso necesario, aunque insuficiente, para intentar frenar la hiperinflación que corroe el país.