Opinión

VAYASE A LA SOMBRITA

Henry Rafael Silva Viteri

henry.silvaviteri66@gmail.com

Con fanfarrias y mucho boato, el autor de la década perdida está anunciando su partida, seguro que sus seguidores encabezados por el todólogo ex ministro de economía, del litoral, de defensa, de Relaciones de exteriores y Política estará reclutando sanducheros para hacerle una apoteósica despedida.

Estará la policía pero no para detenerlo por su posible corresponsabilidad en negociados y corrupciones, estarán los militares alineados con contratos de helicópteros que se caen en el primer vuelo, seguro que veremos a «Ay Pame», «la aniñada Aguiñaga», «la sumisa Rivadeneria», entre otras; estará muy ceremonioso el fiscal sin orden de detención y el contralor encargado sin los informes pertinentes.

El autor de la década perdida se irá sin recibir el castigo que se merece por el despilfarro y los sobreprecios de los contratos, no recibirá el castigo que se merece por dañar con las drogas a toda una generación de jóvenes ecuatorianos, no recibirá castigo por los insultos y ofensas a mujeres, a periodistas, a instituciones, a indígenas, se irá orondo después de haber hartado a los ecuatorianos con sus ladratinas sabatinas, nadie lo castigará por la ley mordaza.

Se va con algunos regalitos como el que le hizo el juez que declaró inocente a Martín Pallares, se va viendo que la recicladora no ha marginado a sus cómplices quienes estarán despidiendo a su yunta, sí ahí estará vidrio empañado de lágrimas porque se va quien lo protegía, y él, el autor de la década perdida se irá con pena y sin gloria.

Se irá con pena porque su complejo de ser superior lo carcomerá toda la vida porque quiso ser pelucón y los pelucones lo rechazaron, quiso ser estadista y su incapacidad no se lo permitió, quiso ser  economista y parece que no asistió a las clases más importantes; se va con pena porque a pesar de recibir una buena renta, es tan pobre de espíritu que su miseria lo acompañará siempre.

Se va sin gloria, tuvo la oportunidad de ser el mejor Presidente del Ecuador pero su resentimiento social lo convirtió en un personaje que agredía, que se quemaba las manos por los deshonestos, que perseguía a quienes le decían las verdades, que lucró con la injusticia Correísta. Se va, pero no debería irse a Bélgica con la belga, debería irse a la sombrita donde no le de el sol, para que pague todo el daño que a causado al país, para que piense en las deudas que debemos pagar nosotros, para que sepa que no es lo que él se cree, es un doctor horroris causa.

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