Gonzalo Escobar Villavicencio

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Leonardo Escobar Bravo

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El pasado jueves 11 de agosto se celebró una fiesta azul, en memoria de una leyenda eléctrica como lo fue Otilino “Spiderman” Tenorio. A esta congregación en honor al deporte asistieron hombres y mujeres oficio, desde reporteros, a deportistas, empresarios, doctores y políticos. El evento se dio en durante la noche, en la Parrillada del Ñato de Urdesa.

A las 7:30 pm empezó a llegar la gente, que en cuestión de pocos minutos se multiplicó hasta llenar el local por completo. Viejas estrellas se unieron a la velada, como el legendario goleador Cuqui Juárez, quien vino desde Argentina para festejar en memoria de su añorado Otigol. Presidiendo la ceremonia estaban viejos y laureados dirigentes y benefactores del deporte ecuatoriano, entre estos Omar Quintana Baquerizo, quien organizó el lanzamiento del libro de Otilino, y quien fuese presidente del Club Sport Emelec en la época de los aclamados Extraterrestres. También se unieron el exalcalde de Machala, Carlos Falquéz Batallas, otro gran hombre involucrado con el deporte ecuatoriano; el Dr. Roberto Gilbert Febres-Cordero, el Ab. Allan Nieto, el expresidente de la República Ing. Lucio Gutiérrez –quien en su día facilitó medios para la extensión del estadio Capwell– y, claro, quien relata y fue dirigente del Emelec, Leonardo Escobar Bravo.

Entre nosotros contábamos con la honrada dama y viuda del difunto protagonista del libro en cuestión, Sofía de Tenorio, junto a sus dos hijos, Erick y Andy. Sofía, co-autora del libro con la Lcda. Mónica Chonillo, presentaron la primera edición de una iconografía que traza la vida de Otilino, desde sus humildes inicios, hasta su llegada y estrellato en Emelec, su viaje a Arabia Saudita, y sus experiencias deportivas hasta el día de su fallecimiento, y sucesos posteriores a este.

Como sólo el deporte es capaz de unir a la gente, esa noche vimos una confraternidad entre doctores, juristas, deportistas y políticos. Con discursos de Omar Quintana, Leonardo Escobar, Sofía de Tenorio, Mónica Chonillo, Carlos Falquéz y Lucio Gutiérrez, todos los cuales recordaron la gloriosa era de los extraterrestres, del fair play, de la libertad de prensa, la lucha por la prosperidad del deporte, y un tiempo de figuras con personalidad que luchaban por el progreso del deporte nacional, tiempo que vio nacer una de las más grandes generaciones de jugadores del futbol ecuatoriano, como Poroso, Cuqui Juárez o Kaviédes “el Nine”.

Luego del emocionante, y tanto nostálgico como feliz acto de inauguración, pasamos a ocupar las mesas del local, y a cenar entre amigos, regocijándonos con las memorias que aquel goleador inolvidable, de alegría exuberante y sonrisa permanente, Otilino Tenorio nos dejó con su partida. Una leyenda azul que siempre será recordada, por su pasión dentro y fuera de la cancha.

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