Una leva sin políticos
Juan Javier Campoverde
jj_campoverde@hotmail.com
@JuanCalambre
Cuando el presidente Correa apareció en el escenario político del país tenía alrededor de cuarenta años. En términos políticos se es joven a esa edad.
Un discurso renovador y trasgresor como el que predicaba entonces el mandatario encajaba perfectamente con su juventud, y le daba credibilidad. El resto es historia.
Hoy sin embargo, no existen, salvo contadas excepciones, políticos en el rango aproximado de treinta y siete a cuarenta y cuatro años. Toda una generación nacida entre 1971 y 1978 le dio la espalda a la política.
Aquel movimiento político llamado Ruptura de los 25 fue una excepción temporal. Contaba entre sus filas con políticos con edades que hoy deben rodear los cuarenta. Pero ese movimiento se desvaneció como humo.
Hace diez años todos clamaban por un cambio. Ahora existen voces que piden lo mismo. Pero las opciones parecen ser demasiado jóvenes, o ser aquellos viejos que se quemaron en su propio caldo político.
O rondan los cincuenta, donde empieza el desgaste, como la generación del Presidente; o rondan los treinta como la Presidenta de la Asamblea, donde se aplica el prejuicio de la inexperiencia. Como dije, las excepciones son pocas.
Se requiere un innovador para cambiar el escenario político de cualquier país, como lo hizo Correa en su momento. Y basta una mirada a la actual oposición para confirmar que eso no pasará en Ecuador.
Mucho antes que la oposición pueda dar a luz un candidato innovador, la generación de los demasiado jóvenes ya estará lista para recibir los votos de los actuales adolescentes.
Este desinterés político no es bueno ni malo, es extraño; cubrió toda una generación a través de casi una década.
Las opiniones vertidas en el medio son de responsabilidad del autor.