Opinión

TRES AÑOS CON “LA NACIÓN” …

Por: Mario Ponce Lavalle – Quito

 

En pocos días más cumpliré 3 años de colaborar ininterrumpidamente con el Diario digital LA NACIÓN, por invitación que me hiciera para tal efecto, el Director de este querido medio, Don. Antonio Aguirre Medina, a quién públicamente agradezco.

Recuerdo que en una rápida conversación telefónica -que mantuvimos a modo de un “contrato verbal”- sellamos de palabra -como es usual entre caballeros de verdad- el compromiso de cumplir con la difusión de un artículo semanal de mi autoría, que se publicaría todos los días miércoles de cada semana; y me precio de haberlo cumplido con estricta regularidad, sin importar -como ha sucedido en muchas ocasiones- donde me encuentre dentro de nuestro planeta Tierra; declarando también ante ustedes, que el Diario LA NACIÓN, ha cumplido también su parte, de manera religiosa…

Esta obligatoria conexión -por deseo propio- con quienes me leen de forma habitual, se ha convertido para mí, en un acto casi obsesivo, al que acudo con unción…

Al hacerlo, he tratado de pulir la estructura en los textos, y lograr un mejor uso de nuestro bello idioma -el Español- al cual considero una muy potente herramienta de comunicación virtuosa con mis compatriotas: estén o no de acuerdo con mis planteamientos y enfoques; aprendiendo a RESPETAR siempre Y VALORAR la opinión contraria, lo cual creo, es uno de los propósitos al actuar públicamente dentro de un entorno democrático; por más falencias, críticas e imperfecciones, que diaria y cotidianamente, señalo en mis escritos…

He tratado de mantener intacto, el propósito que me impuse al haber tomado la decisión de -utilizar algo de mi tiempo de vida- para escribir: CON SENTIDO CÍVICO de Patria.

No he percibido remuneración alguna, ni he obtenido ningún rédito comercial por esta labor; la única retribución que me honra haber recibido, ¡es la eventual complacencia al percibir reacciones, comentarios y manifestaciones de apoyo…!

¡Es decir, saber que estoy! ¡AYUDANDO A CREAR OPINIÓN CON SENTIDO DE PATRIA! con mis compatriotas…ha sido mi paga…!

Habiendo trabajado durante 48 años ininterrumpidos como arquitecto, generando muchos puestos de trabajo para un sinnúmero de: albañiles, plomeros, carpinteros, electricistas, y todo tipo de empresas que adicionalmente, suministran sus insumos para construir cualquier obra, considero haber ayudado positivamente como profesional ! a hacer Patria…! y con ello, ha progresar juntos en la vida… a mis colaboradores; pero esto: el ayudar en mis horas maduras, a crear opinión con sentido PATRIOTICO, tiene para mí un sabor especial…es algo de otra dimensión y de otro peso específico… ! Sensación que hoy, he querido, compartirla con todos ustedes: ¡mis amables lectores…!

Agradezco pues, a LA NACIÓN en la persona de su Director Don Antonio Aguirre Medina, por la oportunidad dispensada.

Declaró que, NUNCA este prestigioso y querido medio de difusión nacional, ni siquiera me ha “sugerido en su más velada forma” practicar una “censura previa”, ¡y! ESO, ES LO QUE HA VUELTO SÓLIDA NUESTRA RELACIÓN COMÚN…! pues yo a su vez, he asumido la RESPONSABILIDAD sobre todo lo escrito -dentro de lo que impone la veracidad, la objetividad y la ética, sobre los temas escogidos- así como, el entorno de respeto hacia las personas aludidas, con las cuales, inclusive siendo fuerte y directo en muchísimas ocasiones, creo nunca haber insultado de manera procaz -como hacen algunos- … pues considero que nuestro idioma, es tan rico, que hasta se puede insultar, guardando la altura; que es lo que he procurado…!

¡Larga vida a LA NACION…! A quien me junto en primera fila, en el propósito de lograr, como se merece, el RECONOCIMIENTO OFICIAL, de ser el Decano de la Prensa Nacional, ¡desde 1879…!

Reclame que adjunto en todas las copias que “subo” de mis artículos, a las redes sociales, “…respaldando al Estado de Derecho, defendiendo la libertad, especialmente la de expresión y prensa -baluarte de cualquier democracia respetable- defendiendo los derechos ciudadanos, la propiedad privada, y propiciar por un Estado pequeño, eficiente, con moderadas cargas tributarias, que lo permitan crecer y emprender; y propender por un fuerte control sobre el saqueo de los fondos públicos, cáncer que hoy nos carcome…” según escribí en mi primer Artículo en LA NACION.