Tecnociencia

Torta red velvet con relleno de cheesecake

Si me siguen hace un tiempo, saben que ya hace varios años que viajo a New York junto a una agencia de viajes y un grupo de gente que ama comer, caminar, pasear y cocinar. Es un viaje soñado y probamos de todo. Entre todas esas delicias que probamos, una noche en Junior´s Cheesecake, probamos su Red velvet cheesecake cake y nunca más pudimos olvidarnos de ella, así que claro tenía que reproducirla.

Se trata de la clásica torta red velvet, sólo que el relleno es de cheesecake. O sea, una cheesecake horneada, enfriada y que va de relleno. ¿Suena raro? Puede ser, pero ¡es una delicia!

Les cuento que esta torta tiene tres partes y por lo tanto da un poquito más de trabajo que otras: la torta red velvet, la cheesecake, y el baño de queso crema. Una vez prontos los tres, es muy rápido armarla, así que les aconsejo hacer las tres partes con anticipación así no se estresan al momento de armarla.

Ingredientes:

Para la capa de cheesecake:
450 grs de queso crema espeso (yo usé ceamcheese de Conaprole), a temperatura ambiente.
2/3 taza azúcar
2 huevos a temperatura ambiente
1/2 taza de yogur natural (puede ser con o sin azúcar), a temperatura ambiente
2 cucharadas de maicena o de harina
2 cucharaditas de vainilla
Frutos rojos para decorar (opcional)

Procedimiento:
Primero que nada preparan la torta red velvet tal cual está en la receta que tengo publicada en mi blog y pueden ver haciendo clic aquí.

Para esta versión con cheesecake, hice 2 capas de torta en dos moldes de 20cm de diámetro (pueden hacerlo en uno solo y luego de horneada, cortar al medio). Una vez horneadas las capas, dejé enfriar a temperatura ambiente, envolví con film y llevé a la heladera de un día para el otro (pueden hacerlo varios días, o semanas, antes y congelar las capas. Para usarlas, pasarlas a la heladera el día antes de armar).

También preparé el baño de queso crema y lo dejé pronto en la heladera, también de un día para el otro. El baño de queso crema no es muy firme por lo que tiene que estar súper frío para usar. El “relleno” de cheesecake también deberían hacerlo el día antes (o varios días antes si quieren y pueden congelarlo).

Para la capa de cheesecake:
Precalentar el horno a 180C. Enmantecar un molde de torta de 20cm de diámetro (de el mismo tamaño que la torta por favor) y colocar un disco de papel manteca en la base (no omitan este paso porque sino no van a poder desmoldar).

Poner a hervir aproximadamente 1 litro de agua. Tener a mano otro molde o asadera más grande (de unos 26 – 28cm de diámetro). Batir el queso crema unos segundos hasta que esté suave. Agregar el azúcar y batir un par de minutos más. Agregar los huevos de a uno, batiendo cada vez para incorporar. Es importante no sobrebatir al agregar los huevos, ya que si les incorporan mucho aire, luego al hornease, la cheesecake se infla y luego se baja, quedando un “cráter” en el centro y no queremos eso. Agregar yogur, vainilla, maicena (o harina) y batir hasta incorporar.

Verter dentro del molde con papel manteca. Verter el agua hirviendo dentro del molde grande para hacer un baño de María (pueden no hacerlo, pero se los recomiendo 100% si quieren que la cheesecake les quede suave, cremosa, lisa y no se formen rajaduras! El vapor del agua hace maravillas para la cocción!). Colocar el molde con la mezcla de cheesecake dentro del molde con agua hirviendo y llevar al horno con cuidado.

Hornear 15 minutos con el horno a 180C y luego bajarlo a 150C. Dejar horneando 30 – 35 minutos más o hasta que si la mueven, no “tiemble” más. Si ven que se les está dorando muy rápido, tapen con papel de aluminio! Una vez pronta, retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.

Una vez fría, envolver con film y dejar enfriar de un día para el otro. Luego de enfriar de un día para el otro, desmoldar, sacar el papel y reservar en la heladera hasta el armado.

Fuente: Eme de Mujer.com