Economía

Toquilleras del Sigsig comercializan su arte desde $12

Las artesanas que pueden demorar entre un día a ocho meses en elaborar los sombreros que son comercializados en el exterior hasta en $5 mil.

GUAYAQUIL. El arte de tejer sombreros, no es cosa fácil, la elaboración de uno de ellos puede tomar entre un día y ocho meses, dependiendo de la calidad. Las toquilleras del Sigsig, nombradas así por el cantón ubicado en la Provincia del Azuay de donde son oriundas, se dedican a este trabajo artesanal.

A nivel internacional los sombreros de paja toquilla ecuatorianos, son reconocidos, existen países en los que llegan a pagar hasta $5 mil, mientras que dentro de nuestro país pueden llegar a costar hasta $100.

En el 2012, el sombrero de paja toquilla de Ecuador fue inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por un comité de la UNESCO reunido en la sede de la organización en París.

Pero María Cochancela, artesana que integra la Asociación de Tejedoras de Sombreros de Paja Toquilla del Sigsig, y se dedica a este arte desde los 6 años, aseguró el precio del sombrero más económico es $12, pero que este debería ser $30 por el valor patrimonial que posee este artículo de vestir.

“De nada ha servido ser patrimonio o tener nombramientos si la situación de las artesanas sigue siendo la misma”, señaló la artesana quien además contó que hace 15 años comercializa sin intermediarios su producto.

Aunque reconoció que la confección de un sombrero de calidad media, representa una inversión de $1,50, señaló que ellas representan la cultura ecuatoriana y que eso más la experiencia debían ser puntos a considerar al momento de pagar por una de estas artesanías.

En la actualidad los sombreros de paja toquilla de Ecuador se exportan principalmente a países europeos como Francia, España e Italia. De igual manera se venden a otros países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, y Japón.

Para la artesana que diariamente produce entre dos a tres sombreros diarios, una solución para mejorar los ingresos de las toquilleras, es exportar de manera directa los sombreros, pues en esa situación tendrían más utilidades para ellas.

Mientras que Dora Orellana de la Asociación de Tejedoras de Sidcay, quien elabora cerca de seis sombreros cree que con la adecuación de lugares para la venta de las artesanías y las respectivas capacitaciones las artesanas podrían vender sus productos y así percibir más ganancias.

Por su parte Elena Marín, una tejedora desde niña, cuenta que para poder vender su producto se unió hace seis años a la Asociación de Toquilleras María Auxiliador. La artesana señaló que en el 2011 los sombreros finos los vendía entre 40 y 100 dólares, este año se vende en 20 dólares, “no pasan de 30”.

Ellas coinciden en que necesitan más apoyo por parte de las entidades encargadas.

Actualmente, la exportación de sombreros de paja toquilla genera alrededor de $8 millones anuales al país. (Red. La Nación/ProEcuador)