Tim Don, el campeón mundial de triatlón que se sometió a un doloroso tratamiento medieval tras romperse el cuello
Fue como enfrentarse al taladro de un dentista, pero 100 veces peor».
Así es como el triatleta y plusmarquista de la especialidad Ironman, Tim Don, describe la sensación de tener cuatro tornillos de titanio incrustados en la cabeza durante tres meses.
Todo fue a raíz de un accidente que sufrió el año pasado cuando entrenaba en bicicleta. Un automovilista lo arrolló y le provocó una rotura en la vértebra C2 en el cuello.
Y ante la posibilidad de ver truncada su carrera, el británico de 40 años optó por una dolorosa solución sugerida por su doctor, también triatleta como él.
Con el fin de facilitarle la curación de la fractura, el médico le recomendó un «halo», una especie de aparato medieval que le impedía mover la parte superior del cuerpo.
«Lo trajeron en una bolsa y entonces vi el tamaño de los tornillos, pero mi actitud fue práctica. Tuve que aguantar y soportarlo con anestesia local», contó a la BBC.
«Solo tenían una llave de Allen con una llave de torsión encima para apretarlo. Hace ‘clic’ cuando esta suficientemente apretada. Cuando eso sucedía, vibraba a través de tu cráneo hacia tu mandíbula y luego tu espalda».
BBC