Tiempos de guerra
Lic. Denisse Casalí L.
denissecasali@gmail.com
@denissitacl
«Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás.»
Santo Tomás de Aquino, ¡Que sabio Tomás de Aquino!
Tiempos de guerra, tiempos de violencia y discrepancias entre naciones a raíz de temas que siempre han sido y serán controversiales para el ser humano como la religión, la política, los sistemas económicos entre un país y otro. En fin, cada quien hala para su costal.
Esta guerra existe y existirá en el futuro mientras los pueblos no aprendan que la comunicación en base a la tolerancia y el respeto es la cura y solución de todos nuestros males, no porque tengamos la razón, sino porque en muchas ocasiones escuchar la perspectiva ajena le agrega ese “algo” que le faltaba, o no encontrábamos para terminar de construir nuestra tesis. Es más fácil lanzar un millón de posibles acuerdos sobre una mesa sujetos a profundo análisis, que lanzar un millón de misiles sin piedad y a quemarropa, pues el segundo no traerá nada bueno consigo, ¿Para qué añadirles más víctimas a la historia?
Esto es de cobardes, ya dejemos de señalar de valientes a quienes entregan su vida para defender un “ideal” que bien o mal ni siquiera nació en ellos, sino que se originó en la mente de alguien más, seguro un poderoso o pseudo Dios. No justifiquemos las misiones de un soldado para tratar de sentirnos mejor pensando que el heroísmo lo explica y lo puede todo, sin tan siquiera considerar por un segundo que aquel que la inició está sentado en algún trono dirigiéndolos como monigotes y viendo con satisfacción como pierden la vida por razones que a veces ni ellos mismos precisan entender. Cómo es que han pasado tantos años, tantas batallas, hemos llorado tantas almas y seguimos pensando que la guerra es un arte, que debe suceder para elegir un vencedor, cuando hay tantas familias que a cambio lo perdieron todo. Más grave aún ¿Cómo hacen para conciliar el sueño cada noche; acaso cuentan ovejas?
¿Quiénes somos para elegir que vidas sacrificar? Quizás nos gusta jugar a pretender ser Dios y ley en la tierra ¿Cuál es el proceso de selección que deben pasar aquellos que son enviados honorablemente al campo de batalla a sucumbir y agonizar en nombre de ideales ajenos? ¿Por qué ellos sí y otros no?
La cara de la violencia en la actualidad es el tan mencionado Estado Islámico, autores de actos atroces en más de un país. Cada día cubren más territorios y hasta parece que se vuelven indestructibles. Cometen delitos monstruosos e inhumanos sin que nadie los detenga y con la ayuda de plataformas web comunican al mundo lo que son capaces de hacer con satisfacción en su mirada, sembrando odio y pánico alrededor del mundo. Seres Intolerantes frente a cualquier tipo de religión excepto la suya; han dejado muy claro que de pensar diferente te harán pagar con el precio más elevado: la vida.
Señores: sembremos la paz y acabemos con tantas guerras ideológicas que nos consume, somos igual de humanos compartiendo un mundo muy pequeño de vida corta y felicidad fugaz como para encima exterminarnos unos a otros. Si queremos vencer este camino con éxitos será necesario diseñar estrategias coherentes limitando nuestro poder de ambición y poniendo por encima de todo el respeto a la vida en todas sus formas. Bien leí por ahí una vez que “el peligro que se corre cuando se opera por consideraciones ideológicas es que los líderes y jefes militares, terminan haciéndose intelectualmente arrogantes y operativamente rígidos”.
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