Opinión

SUBSIDIOS Y COMBUSTIBLES

Marco Flores T.

marcoflores27@hotmail.com

Antes de pensar en subir nomás el precio de los combustibles, equivalente a crear nuevos impuestos o incrementar los existentes, como algunos analistas, “conveniente y coincidentemente” han aparecido para solicitarlo, ponderando su urgencia y necesidad, pero una vez garantizado el perdón de obligaciones tributarias y fiscales, confirmadas por 1600 millones de dólares y potenciales por 4000 millones de dólares, primero el Ministro de Finanzas debe actuar con un mínimo de coherencia y reducir el insostenible gasto público corriente, así como eliminar los múltiples impuestos abusivos que las familias ecuatorianas deben pagar, cuando adquieren un vehículo que en otros países cuesta literalmente la mitad.

Para decirlo generosamente es impresentable exigir a las familias ecuatorianas, nuevos sacrificios tributarios, mientras el Estado no hace lo que le corresponde y mantiene un gasto público corriente que la economía ecuatoriana no está en capacidad de sostener ni debe hacerlo, porque lo que el gobierno únicamente ha producido es fuertes reducciones en las inversiones públicas, como consecuencia de insuficientes recursos disponibles, porque deliberadamente así resolvió hacerlo o por las dos causas a la vez, pero que en cualquier caso, constituye un camino que trae importantes efectos recesivos sobre la economía, especialmente si el sector privado no puede compensarlos y revertirlos adecuadamente.

La reactivación y crecimiento de la economía y el empleo, claramente son un imperativo, pero para alcanzarlo hay que mejorar la competitividad tributaria y atraer inversión productiva, como resultado de políticas económicas que generen las condiciones para lograrlo.

Que nadie se llame a engaño. El mayor problema a resolver no es el de los subsidios a los combustibles, sino el del excesivo gasto público, sin dudas, particularmente el del gasto corriente que no solo es excesivo, sino también de muy mala calidad. Tampoco es aceptable y menos justo le pasen el problema al excelente Ministro de Hidrocarburos, siendo como es, un problema netamente de política económica a cargo del Ministro de Finanzas.

Quienes dirigen y resuelven sobre la economía, primero deben reducir el nivel de gasto corriente y luego presentar su propuesta de eliminación y focalización de subsidios, además considerando que los subsidios no son iguales y que su eliminación tiene impactos sociales y económicos distintos, aunque todos en la misma dirección.

Lo que no se debe pedir ni se puede exigir a las familias es más dinero para pagar la factura de la fiesta iniciada desde el Gobierno anterior.

Agosto 2 de 2018

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