Opinión

SOMOS UN PAÍS DE ALTO RIESGO EN TODO.

Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

antonioxaguirre@gmail.com

Muchos estuvimos convencidos que con el advenimiento del actual Gobierno todo se arreglaría, además de que se remediarían todos los errores y fallas de los dos Gobiernos Socialistas Progresistas anteriores, y, el gran resultado final es que el remedio resultó ser tan pernicioso como la misma enfermedad que ofreció combatir.

Me atrevería a comentar que es tanto o más dañino, conflictivo e incapaz que los anteriores, llegando a ser considerado como una pésima copia de sus predecesores, que tiene a gran parte del país decepcionado y desmotivado esperando un cambio que no aparece por ningún lado.

Desde el hecho nunca refutado que se mantiene a la mayoría de los mandos medios y bajos, se confirmó la desconfianza, además los constantes errores de buena o mala fe al tratar de intentar implementar un gobierno sin corrupción fracasaron en su intento, el corrupto no se arrepiente, más bien trata de perfeccionar su vil actividad proscrita por la moral y la ley.

El tiempo o punto de quiebre se aproxima a su final, en veloz carrera, tomando la apariencia que los altos mandos políticos y sus asesores no estarían dispuestos a enfrentar y combatir con toda la firmeza que se necesita para erradicar la podredumbre heredada de los dos Gobiernos pasados, que durante catorce años desvalijaron el país y, el actual ni siquiera intenta todavía recuperar un solo dólar de lo ofrecido rescatar en la campaña electoral.