Orlando Amores Terán /Quito

No hacemos campaña por el «no», hacemos gestión cívica contra el narcoterrorismo, desde antes de que instaure el narcoestado en Ecuador.

Porque tanto el «si» como el «no», tienen el mismo valor para el narcoterrorismo, mientras no eliminen las funciones e instituciones creadas por ellos, en la Constituyente de 2008.

No es difícil darse cuenta de que la Consulta no elimina ninguna de las funciones, ni instituciones creadas por el narcoterrorismo en Montecristi; por tanto, las preguntas son inservibles.

No porque las haya calificado la Corte Constitucional, significa que las preguntas son beneficiosas para el país. Debemos comprender que la Corte solo examina la pregunta con relación a las normas constitucionales, a fin de que no restrinja derechos, ni modifique procedimientos, no tiene competencia para sugerir y menos imponer preguntas, aún cuando las haya aprobado anteriormente, como institución.

Es el accionante quien propone las preguntas.

Es Lasso quien debería utilizar las preguntas ya aprobadas por la Corte, contenidas en el Dictamen 7-19-RC-19, que son las únicas que desarman el andamiaje constitucional narco-comunista.

Dispone de tiempo para hacerlo, hasta diciembre de 2023, si desea actuar con responsabilidad, y sacar al país del narcoestado plurinacional, causante de nuestro deterioro social, moral, jurídico, económico, que nos conduce a la cubanización del país.

Jamás digan que no se les advirtió hasta la saciedad.