Se acaba la fiesta
Antonio Aguirre
antonioxaguirre@gmail.com
El señor Presidente se encuentra en una disyuntiva y tendrá que decidirse pronto, la situación económica y la desconfianza nacional ya no esperan.
El Mandatario es una especie de híbrido político, ya que la izquierda y los movimientos sociales lo consideran de derecha, en cambio, la derecha lo ubica en la extrema izquierda. Ha gobernado desde el inicio de su gestión avasallando, atropellando y burlándose de cualquiera que se le ponga por delante, su forma de gobernar se basa en dividir para reinar, dándole al pueblo el circo político que la partidocracia no les dio.
Tiene urgencia en definir si continúa radicalizando el socialismo del siglo XXI al puro estilo fracasado y agotado de Venezuela o si busca una alianza pública-privada que ayude a rescatar la economía y la paz social.
Dentro de su entorno administrativo también tiene problemas de enfrentar por ejemplo:
-¿Qué hará con los 472.000 empleados públicos bajo la modalidad de contratos que tendrán que ser despedidos de los ministerios y entidades estatales?
-¿Qué hará con su secretario jurídico, le buscará otra embajada o acompañará a los irreciclables?
-¿Qué hará con el mini Canciller Lasso ya que dentro de pocos días se le acabará su encargo?
-¿En caso de decidirse por la alianza pública-privada que hará con su círculo rojo estatista?
-¿Cerrará la fronteras norte y sur, para que no se le escapen los dólares?
-¿En el supuesto de no llegar a la reelección indefinida el maxi Canciller Patiño será su delfín?
En definitiva la fiesta esta por acabarse y el milagro ecuatoriano que servía de ejemplo al mundo no tendrá el paraíso como premio, el último que salga de esta juerga que apague la luz para que nunca más regresen.
Las opiniones vertidas en el medio son de responsabilidad del autor.