REFELXIÓN SOBRE DIOS
Antonio Aguirre Medina
antonioxaguirre@lanacion.com.ec
Hace mucho tiempo recibí un correo y lo guardé porque pensé en la profundidad del mismo y en el agradecimiento de todos los humanos debemos tener hacia el ser supremo, al que pocas veces le agradecemos por habernos dado la vida.
Cuando te levantabas en la mañana, te observaba y esperaba que me hablaras, aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por algo bueno que te haya sucedido ayer.
Te note que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo, seguí esperando de nuevo mientras corrías por la casa arreglándote. Supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras Hola, pero estabas bastante ocupado.
Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día. Con tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado para decirme algo, pero está bien, aún queda mucho tiempo.
Después encendiste el televisor, esperé pacientemente, mientras veías las noticias, cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada.
A la hora de dormir, creo que estabas muy cansado, después de decirles buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste.
No hay problema, porque quizás no te des cuenta de que siempre estoy ahí para ti. Tengo más paciencia de la que te imaginas, también quisiera enseñarte como tener paciencia como para otros, te amo tanto que espero todos los días por una oración, un pensamiento o un poco de gratitud de tu corazón.
Bueno te estas levantando de nuevo, y otra vez esperaré sin nada más que tu amor por mi esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo.
Que tengas un buen día.
Tu amigo.
DIOS
El verdadero, con toda seguridad no es el Dios Chávez ni el Dios Maradona.
Las opiniones vertidas en el medio son de responsabilidad del autor