Opinión

Recorrido a la Santay

Dra. María Delia Aguirre

mdaguir@yahoo.com

Mi paseo por el feriado de los difuntos, fue conocer la Isla Santay, sabía su historia desde que la adquirió el Banco Ecuatoriano de la Vivienda y ahí supe quienes habían sido los propietarios de esta Isla.  No la conocía; pero la publicidad en todos los medios de comunicación me llevo con dos amigas a emprender el recorrido.

Dejamos mi vehículo en Rosa Borja De Ycaza y El Oro y la caminata por El Oro hasta La Ría estuvo fresca eran las 08h30 del sábado 1 de noviembre, día de Todos los Santos. Caminando despacio atravesamos el puente que Rafael le regalo a Alvarito para embellecer más su complejo industrial.  Llegando a Santay nos sentíamos en otra ciudad mirando a Guayaquil desde otro ángulo, preciosa, de lejos, como siempre digo. Pensando que la obra de Rafael, bordeaba toda la Isla, nos aventuramos por el desvío que decía hacia Durán y bordeando la Isla llegábamos a la Ecoaldea,  el recorrido fue bastante largo, lo hicimos animadas, por la naturaleza, la vegetación ya que fauna es bien escasa, sólo mariposas, unas pocas garzas y cangrejos miniatura en las partes húmedas del manglar.

La otra pena tremenda es ver el  plástico reciclado con que está hecho el sendero y las barandas del mismo, las tapas plásticas del aluminio que sujetan las barandas, solo vimos una en todo el camino, como para indicarnos que algún día estuvieron, existen muchas barandas del mismo material destruidas en el piso del sendero, y las que están en su lugar se están dañando porque el público se arrima y se están deformando, ya que en el sendero no hay donde sentarse, en el piso hay huecos que en cualquier momento causan un accidente en los pies de niños y adultos, porque los hay de todo tamaño.

Llegamos a Durán, atravesando el puente que es más bonito que el primero y fuimos en busca de la famosa fritada de Durán, nos frustramos porque en el parque no había la típica delicia de la sierra, para saborearla había que tomar taxi  a diez minutos de distancia, nos desanimamos porque además en ese momento comprendimos que la ruta no daba la vuelta a la isla y que teníamos que regresar por el mismo camino, para llegar al mismo punto donde habíamos llegado cuando atravesamos el primer puente y coger la otra ruta a la Ecoaldea, emprendimos el regreso y  ya eran aunque no lo crean las 12h30 es decir 4 horas había durado el primer paseo, estábamos agotadas, pero las ganas de conocer y ver la lagartera, no la Julio Jarramillo sino la de los lagartos de verdad, seguimos una hora más de camino hasta que llegamos, encontramos un parador turístico, con tiendas de comida, una fritada de muy mala calidad, que realmente no me provocó comer, además no sé si será por los paneles solares o qué , pero el calor abrazador que se siente al caminar por los senderos entre las casitas que les han construido a los residentes de la Isla, me agotó tremendamente, llegue donde los lagartos con la lengua afuera, si mis amigas me descuidaban me caía y servía de alimento para estos animales, que según su cuidador no comen todos los días; pero no era solo yo la cansada, sino las tres del paseo, así que decidimos volvernos en bote desde el embarcadero de Santay hasta la Caraguay, ya para esto eran las 14h30 y llegamos al muelle naval junto a la Caraguay y con miedo por los cuchillos mata chancho del camal, tuvimos que caminar hasta la Ave. Domingo Comín, para tomar un taxi que nos lleve a recoger mi carro para ir a comer al Gato Portovejense un rico Ceviche de Concha que nos recupere de tremenda travesía.

Por experiencia les doy estas recomendaciones: Caminen con cuidado, de pronto meten la pata y se dañan un pie o pierna.  Póngase bastante bloqueador aunque no haya sol, tuve quemadura de segundo grado a pesar del bloqueador solar. Regresen en bote que es un lindo paseo atravesar el Río Guayas. Vayan primero para la Ecoaldea y si les quedan fuerzas o en otra oportunidad hagan la ruta a Durán. El Ministerio de Medio Ambiente que parece es el encargado del mantenimiento de la obra, debe arreglar las dificultades y obstáculos que hay en el sendero para que se eviten accidentes.

Feliz Recorrido

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