María Elena Gómez de Reshuan/Guayaquil

 

 

 

En la administración del señor Chonillo se hicieron importantes obras, una de ellas la reconstrucción de la Av. Norte, obra contratada por la Alcaldía de Samborondón, lamentablemente la Alcaldía al parecer contrató la obra, sin fiscalizar, de tal suerte que el mal contratista, un señor interiorano, quizás por falta de inteligencia o preparación técnica o falto de amor a la naturaleza y al medio ambiente, socavo y socavo las raíces de cuatro gigantes y hermosos árboles de mango de más de 35 años y los derribó en forma indolente.

Por repetidas ocasiones solicite al mencionado contratista respetar los árboles y salvando una curva, hacer los espacios para parqueo.

No hizo caso y uno de los gigantes árboles, cómo pidiendo auxilio, cayó a pocos metros de mi carro, encima de la verja de fierro, destruyéndola.

Solicité a este mal contratista, reparar el daño ocasionado por su falta de criterio y lo tomó muy alegremente. Me vi obligada a contactarme con la Alcaldía para que le suspendan el pago, hasta que no solucione el daño causado.

La reja fue mal arreglara y mal colocado.

A pesar de este incidente, la administración del señor Chonillo fue indolente y despreocupada, no se acercaron a informarse, ni a solidarizarse con el accidente y los árboles quedaron tumbados, perjudicándonos y quitándonos la sombra, protección y brisa que dan los mismos.

Hoy cuatro raquíticas palmeras ocupan el lugar de los hermosos árboles.

Observamos en meses pasados, con tristeza, cómo los árboles de la avenida principal fueron mutilados inmisericordemente sin el más mínimo conocimiento y armonía para su poda.

Hoy nuevamente los árboles de mango, los que quedan en la Ave. Norte, son mutilados nuevamente.

Las fotos muestran el desastre.

Obreros sin ningún conocimiento, dan hacha y machete a estos árboles, para dejarlos en esqueleto.

He preguntado a los obreros de quién fue la orden y se me responde: De mi jefe Fernando Guamán, nuevo administrador.

Estará consciente el señor Guamán, que lo que más necesita el mundo son árboles, porque son los pulmones del planeta.

Me pregunto ¿dónde están los señores del Medio Ambiente?, ¿dónde está el Ministerio de Agricultura?, ¿dónde están las autoridades para penalizar este delito?.

No es justo que árboles que hicieron raíces profundas y que nos protegen en caso de cualquier siniestro sobre todo de los terremotos, sean cercenados por el simple hecho de ser ignorantes del trabajo que desempeña un árbol.

Lamentable lo qué pasa en LA PUNTILLA, adonde sus habitantes, les da lo mismo quien hace de las suyas con el órnate de la urbanización.

No soy persona de polémicas, pero la injusticia hacia los animales y hacia los árboles me saca de casillas muy rápidamente.
Ojalá y las autoridades competentes, tomen cartas en el asunto y el señor Yúñez, alcalde de Samborondón, nos visite.