Opinión

¿QUÉ ESTÁ MAL EN ECUADOR?… ¿QUÉ PODEMOS HACER?

Dr. Patricio Zuquilanda Duque/Quito.

 

 

Hablé con un grupo importante de diplomáticos chinos, sobre los desplazamientos del centro global del poder. Me sentí estimulado porque hallé en esas conversaciones, un claro entendimiento de las dificultades que generamos en América Latina, mediante la sobreprotección de las economías y no de su modernización y desarrollo.

Los chinos han profundizado mucho en el análisis de la sensación mundial de inequidad por acción de la globalización; si aquella no benefició a los pobres, cuál fue entonces la razón de Estados Unidos para cerrar sus fronteras al comercio antes del Covid; imponer sanciones a China e iniciar nuevamente la guerra fría con el 5G unido al mensaje antiglobalizador del Brexit.

Los chinos aseguran que, la cantidad de Acuerdos para el Desarrollo, culminados exitosamente en todos los continentes, consolidan un entendimiento global de cooperación imparable para resolver problemas comunes: Esta nueva época de neo-globalización impone, flexibilizar ideologías caducas y modernizar instituciones hasta ahora, llenas de impedimentos y tradiciones absurdas.

Vivir en un mundo cambiante en el cual todos saben que ASIA “recuperará la posición económica dominante que tenía hace trecientos años, antes de la revolución industrial” y conocer del esfuerzo que hacen los países mayores de occidente, para retardar el desplazamiento del poder económico y político a ese continente, me motiva incentivar a la Cancillería ecuatoriana, la instalación de la Junta Consultiva con un solo propósito: proponer los cambios constitucionales y legales indispensables para evitar el desperdicio de recursos en el exterior, y presentar un Plan de Acción que sea coherente con el desarrollo del mundo actual.

El Proyecto llamado “Un cinturón, una ruta”; pilar de la política económica y exterior del Gobierno chino, es el llamado al mundo en desarrollo para que preste atención a la gran competencia por la energía, los recursos naturales, el agua los alimentos, el aire, la influencia, la localización geográfica y la disponibilidad de datos.

La forma de resolver estos temas quizá, ya no son simples alianzas sino, Acuerdos de Cooperación más amplios; desgastar a Ecuador en una lenta e infructuosa negociación para pertenecer por ejemplo a la Alianza del Pacífico, sigue siendo una aspiración muy pequeña en un ambiente mundial distinto; prometedor y de estimulante riqueza; siempre hablé sobre la mejor expectativa que nuestro país tendría en el Foro Económico de la Cuenca del Pacífico (APEC) y actualmente, en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).

Estamos cansados; 16 años, la sociedad ecuatoriana ha tenido que lidiar con administraciones pesadas y una burocracia monárquica insoportable: terminemos con esto; el nuevo Gobierno tiene la ventaja de ser presidido por alguien que entiende de progreso económico y social, quien estará de acuerdo en remover la cargante distribución de embajadas y consulados en países y ciudades, sin generar un dólar y con gastos inaguantables.

La población exige cambios de rumbo bruscos para mejorar su calidad de vida; el pueblo que sufre se fastidió con tanta palabrería revolucionaria; requiere que las cosas se muevan y la acción se dirija por nuevos rumbos con ventajas positivas regionales y transcontinentales:

EXPECTATIVA

Debe examinarse con meticulosidad a los países del Asia Central, cuyo progreso es sorprendente, así como los pueblos y naciones de Las Antillas. Aumentar el comercio, iniciar relaciones, fortalecer lazos y establecer vínculos políticos con nuevos países, ciudades y regiones, debe ser objetivo principal; trabajar de forma activa mediante la supervisión y coordinación, con todos aquellos con los cuales podemos tener nuevos intereses.