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Presidente Correa: Urge crear un sistema de DDHH para América Latina y sin imposiciones del neocolonialismo

La OEA debe convertirse en el escenario donde concluyan como bloque Celac y América del Norte y  procesen sus coincidencias y conflictos.

QUITO. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó este lunes la necesidad de que América Latina cuente con un sistema de derechos humanos propio que responda a sus realidad de principios, valores y culturas, y que consolide la supremacía del ser humano sobre el capital, más allá de las imposiciones del neoliberalismo y neocolonialismo de “los Estados del Norte”.

“Probablemente ya es hora de tener un sistema latinoamericano de derechos  humanos digno, coherente, justo y nuestro», indicó el mandatario durante la inauguración del 56° período extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que se desarrolla en las instalaciones de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la capital ecuatoriana.

Correa indicó que “las Américas son diferentes” y deben conversar como bloque. “Hemos sido capturados por los países hegemónicos de América del Norte que convierten (al sistema de derechos humanos) en  ineficiente y poco confiable”.

Y por ello, indicó que debe ser la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en donde se discutan los intereses de sus países miembros.

En su opinión, la OEA debe convertirse en el escenario donde concluyan como bloque Celac y América del Norte y  procesen sus coincidencias y conflictos.

Lamentó que el sistema de derechos humanos se haya politizado y refirió la prelación con la que se tratan ciertos casos al interior de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos con sede en Washington, Estados Unidos. “Poco a poco ha sido capturada por intereses geopolíticos que priman en la desprestigiada OEA”, sostuvo.

Dijo que la politización de la Comisión (CIDH) la ha llevado a convertirse “en poco menos que una comisaría de cuarta categoría”, y refirió el caso del exsecretario, Santiago Cantón, quien en sus actuaciones “no ocultó su odio” contra los gobiernos progresistas y “apenas ganó la derecha en Argentina (con el triunfo electoral de Mauricio Macri) volvió a ese país como secretario de Derechos Humanos”.

“Cuando se trata de casos de la oposición se despachan inmediatamente, y cuando son a favor del gobierno no se despachan nunca”, repisó el mandatario ecuatoriano desde la sede de la Unasur en la Mitad del Mundo.

Dijo que el Sistema Interamericano ha sido un espacio donde los Estados están presentes como acusados y no como hacedores de las políticas institucionales, lo cual ha sido delegado a funcionarios que han extralimitado sus competencias.

“La satanización del poder político es una estrategia de inmovilización de nuestro procesos de cambio”, denunció y añadió que: “Cuando los que siempre dominaron nuestros países denuncian el respeto a los derechos humanos es porque por primera vez están bajo iguales condiciones en el imperio de la ley y no pueden someter a los gobierno, y sus medios de comunicación ya no tiene impunidad para manipular la verdad”.

Recalcó la orientación política en el manejo de casos como los expuestos por Fundamedios, una fundación encargada de monitorear casos de amenazas a la libertad de expresión.  “Esa organización creada y financiada por la prensa mercantil del Ecuador y por Usaid (Agencia de los EEUU para el desarrollo internacional) ha sido recibida en la Comisión a nombre del pueblo ecuatoriano, asegurando que no hay libertad de expresión, pero nunca denunció y peor aún acudió a instancias alguna cuando casi matan a golpes a la reportera de Telesur en Ecuador y cuando periodista de los medios públicos fueron agredidos en medio de una intentona golpista” recalcó.

Dijo que los medios de comunicación también pueden atentar contra los derechos humanos, la democracia y el derecho a la información, y refirió la afectación a la reputación, la intimidad y el prestigio.

Correa cuestionó la arrogación de funciones de la CIDH para solicitar medias cautelares en varios de los casos que ha tratado. “Eso es grave (…)  Los Estados estamos obligados a cumplir lo que firmamos pero la Comisión de Derechos Humanos pretende convertir en vinculantes sus simples gustos y opiniones, y su declaración de principios”, anotó.

Rechazó el neocolonialismo y doble moral que hace que lo que es permitido en los países desarrollados sea prohibido en los países llamados del tercer mundo o en vías de desarrollo.  “Si Evo Morales (el presidente de Bolivia) propone una ley prohibiendo expresiones racistas se llama atentado a la libertad de expresión; pero en EEUU tienen la pena de muerte”, dijo.

También reiteró la necesidad de crear una Corte de Justicia Ambiental. “Hemos dicho claramente que nada justicia que tengamos tribunales para proteger inversiones pero no para proteger a la naturaleza. Se trata de la perversa lógica de privatizar beneficios y socializar las perdidas”, indicó el jefe de Estado

La década ganada en América Latina

Durante su discurso, el mandatario ecuatoriano indicó que pese a los problemas económicos y políticos de los últimos meses esta es la década ganada para América Latina en donde más de 94 millones de personas pasaron de la pobreza y se incorporaron a la clase media.

“Falta mucho por hacer pero no se ha hecho tanto por ahora”, dijo y recordó que entre 2006 y 2016, su economía pasó de 46 mil millones de dólares a 100 mil millones, con un crecimiento promedio hasta 2015 del 3,9%.

Ecuador pasó de tener una renta media baja a renta media alta, y de desarrollo medio a un país de desarrollo humano alto, según la Organización de Naciones Unidas.

“En 2007 los dueños de capital se apropiaban del ingreso nacional ahora son los trabajadores los que tiene el 33% del ingreso nacional. Las utilidades se han triplicado y Ecuador es uno de los tres países que más redujeron la desigualdad (…) tenemos el modelo más exitoso de América Latina”, anotó. (ANDES/La Nación)