Economía

Prefecto Jairala instó a empresas privadas a seguir sumándose a las Tiendas Solidarias

Jimmy Jairala entregó, en Durán y la Isla Trinitaria, emprendimientos a dos madres  solteras  quienes cuentan con esta nueva herramienta productiva para solventar los gastos de sus hijos con discapacidad. La proyección es llegar a 200 tiendas hasta diciembre. Con estas, ya suman 30 en todo Guayas.

GUAYAQUIL. Martha y Dora son jefas de hogar, visionarias, emprendedoras, dedicadas al cuidado y manutención de familiares con discapacidad. Lejos de desmotivarse ante las vicisitudes, no desmayaron en su objetivo de mejorar la calidad de vida de sus seres queridos y tan luego conocieron del proyecto socio económico que lidera la Prefectura del Guayas, a través de la Jefatura de Emprendimiento de su dirección Desarrollo Comunitario, tramitaron su solicitud  para acceder a este beneficio que les permitió convertirse en dueñas de sus propios negocios.

Las nuevas propietarias, Martha  León León, 51 años y Dora Monserratte, de 56 años recibieron, este jueves 15 de junio, del prefecto Jimmy Jairala las llaves de sus tiendas solidarias con lo que se oficializó la inauguración de sus emprendimientos ubicados en la Cdla. Los Helechos de Durán y en la Isla Trinitaria, Guayaquil.

Ellas, al igual que los otros dueños de las Tiendas Solidarias iniciaron con el capital semilla proporcionado por 20 empresas privadas las que junto a la Corporación Provincial, a través de la capacitación en administración financiera, adecuación del espacio físico, y permanente asesoría a técnica, les permiten un ingreso económico que fluctúa entre USD.40 y USD. 100 diarios.

“Ya tenemos 30 tiendas, la idea es llegar a 200, lo fundamental  de este proyecto es que prioriza la atención a madres solteras, familias donde hayan niños o adolescentes con discapacidad… Es fundamental la ayuda que nos presta la empresa privada, son alianzas estratégicas, por eso nuestro llamado a que la empresa privada no cese en su buena voluntad de seguir ayudándonos, en la medida que se sumen otras, el beneficiado tendrá más productos y, adicionalmente, se convierte en un cliente”, recalcó Jairala.

Los emprendedores, en la mayoría de los casos, inician desde cero. Martha nunca imaginó que tendría un negocio de abarrotes, de hecho; confiesa que cuando se acercó a las instalaciones de la Prefectura no pensó que sería parte de los beneficiarios de este proyecto que se ha posicionado en todos los cantones de la provincia.

“Me enteré por mis vecinos, la gente del barrio me decía: anda, busca información, pero yo no creía, no sé por qué pero me parecía mentira la cantidad de beneficios…  Yo no sabía nada de negocios, menos de tienda, pero necesitaba ganar más”, contó León.

La propietaria de la tienda de Durán empezó la atención al público en octubre del año pasado. Para ello, tuvo que acondicionar con perchas, cajas y lotes de productos el espacio donde estaba  su dormitorio.

Las mejoras en su local no cesan; doña Martha es consciente que para ganar necesita invertir. Han pasado  8 meses y ya cuenta con una vitrina, refrigeradoras, bidones de agua, balanzas, máquinas dispensadoras de chicles y caramelos.

“Yo vendo diario entre USD. 40 y USD. 50; pero  en días de feriado he llegado a USD. 300… Con eso ya estoy más tranquila porque puedo comprar los remedios de mi hija de 16 años que tiene discapacidad intelectual y sufre de ataques de epilepsia, su tratamiento es muy caro… Dios me bendijo y el prefecto Jairala me ayudó con este negocio que es bienestar para mí y mi familia”, recalcó.

Ambas tienen una motivación especial: sus hijos. Y aunque en el caso de Monserratte, no es biológicamente madre de Jesús, un pequeño de 5 años a quien acogió como suyo desde los 6 meses de nacido es  a el quien le dedica el esfuerzo de reiniciar, luego de 7 años, su negocio.

“Yo había quebrado mi negocio, no estaba tan surtida como ahora, tenía algunas cosas, pero no podía abrir todos los días porque soy hipertensa y a veces me ponía mal… Hace 5 años me regalaron a mi niño, estaba tan desnutrido que no podía ni sentarse….  Hasta ahí no sabía que también sufre del corazón, tiene una hernia y problemas en los huesos de la cadera, pero me sentí en la necesidad de tener más dinero para curarlo”, señaló doña Dora refiriéndose al pequeño Jesús Mathías Zambrano, un angelito de ojitos vivarachos y una dosis de ternura que cautiva hasta al más insensible.

 “Me cambió la vida, espero que siga así, poder contar con el apoyo del Prefecto, de las empresas, de las niñas (personal de Prefectura) que han estado conmigo para cumplir con mi familia, soy madre y padre para él y mis hijos; con lo que me deja la tienda ya puedo comprar sus medicamentos”, dijo  visiblemente emocionada.

La dueña de la Tienda Solidaria situada en la Isla Trinitaria también mantiene a sus dos hijos mayores por lo que al enterarse por televisión que podía retomar su negocio con la ayuda de la Prefectura y la empresa privada no dudó en contactarse con funcionarios de la Jefatura de Emprendimiento de Desarrollo Comunitario. (PREFECTURA DEL GUAYAS/LA NACIÓN)