Antonio Aguirre

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Según cifras oficiales, Manabí es la penúltima provincia en la que existen el mayor número de pobres por menor consumo y por insatisfacción de sus necesidades básicas, es considerada como una de las de menor inclusión.

Junto con la provincia de Esmeraldas el trabajo estable es casi inalcanzable, en consecuencia la gran mayoría de población económicamente activa gana menos del salario mínimo vital considerándose que tienen un ingreso muy precario y la inequidad es muy notoria.

Ciudadanos de las dos provincias y en especial de Manabí migran a nuestra provincia en busca de mejores oportunidades ocasionando pérdidas de empleo a nuestros nativos y aumentando considerablemente el número de desocupados.

La provincia de Manabí, es considerada porcentualmente la más violenta del territorio ecuatoriano y en ella ocurren actos de barbarie frecuentemente. Es común ver y oír en las noticias las peleas de bandas por el control de la delincuencia.

Como en toda sociedad hay honrosas excepciones y en consecuencia en las dos provincias nombradas anteriormente existen personas de bien que trabajan y dan trabajo a miles de personas.

¿Por qué será que la mayoría de compatriotas de la costa ecuatoriana y gran parte de la sierra buscan llegar a nuestra acogedora provincia en busca de mayores oportunidades? Sencillamente porque es la más generosa, emprendedora y la que ofrece mejores condiciones de supervivencia.

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