Play Station, Xbox y apps al poder: entre la necesidad humana de jugar y la adicción al gaming
El gaming avanza a una velocidad tal que pronto sobrepasará como industria al cine y la televisión. ¿Por qué jugamos?
EE.UU. Ian Bogost no va a morir jugando videogames. Eso le pasó a —entre otros jugadores de videogames— Chen Rong-yu a comienzos de 2012: su cadáver permaneció sentado durante cuatro horas antes de que un empleado del Big Net Internet Café de Taipei, en Taiwan, advirtiera que el cliente no estaba dormido, según contó Simon Parkin en su nuevo libro Death by Video Game: Danger, Pleasure, and Obsession on the Virtual Frontline.
Bogost es un diseñador de juegos y un filósofo. Nunca sucumbirá a la adicción al videogame. Porque en Play Anything, The Pleasure of Limits, the Uses of Boredom, and the Secret of Games, su nuevo libro —una novedad editorial en los Estados Unidos como el de Parkin—, transitó del Tetris al Pokemon-Go para llegar al hueso del asunto: así es como juegan las personas hoy, y jugar es algo realmente importante. Tan importante que simplemente se opone al concepto de distracción. (INFOBAE)