Plantas genéticamente modificadas son más ricas en Omega-3 que el pescado
Los ácidos grasos Omega-3 pertenecen al grupo de las grasas o lípidos saludables, tienen beneficios enormes para la salud.
INGLATERRA. El cuerpo humano no fabrica el omega 3, de ahí que tengamos que incorporarlo a nuestra dieta comiendo pescado. El problema es que este aceite lo producen los peces cuando nadan libres en el mar y no cuando están en cautiverio. Como casi la totalidad del pescado consumido es producto de criaderos, adiós omega 3. Para resolver la deficiencia, la solución ha sido alimentar a los peces en los criaderos con peces sacados del mar.
Según el Instituto Smithsonian, cerca del 80 por ciento del millón de toneladas al año de peces salvajes pescados en los océanos, cumplen ese propósito.
“Si le parece un poco ridículo sacar peces del mar para suplir el aceite de pescado a los que están en los criaderos, usted tiene razón. Pero para que esos peces sean nutritivos necesitan a los silvestres” comenta Helen Thompson”, periodista de ciencia del Instituto Smithsonian en Inglaterra.
Además los peces no hacen su propio aceite; lo fabrican comiendo algas y hongos que sí lo producen. Y ahí viene el problema, pues mantener cultivos de algas y hongos a gran escala, para tenerlos como fuente de aceite para alimentar a los peces en cautiverio, es complicado y dispendioso.
La ingeniería genética puede resolver el problema, usando plantas como la linaza o camelina, cuyo material genético puede alterarse para incorporarle los genes necesarios para que produzcan altos niveles de omega 3.
Jonathan Napier y su equipo de investigadores en Rothamsted Research, identificaron y aislaron siete genes de un alga que codifica para producir altos niveles de omega 3 y los incorporaron en la planta de linaza. Escogieron esta planta porque ya se cultiva para producir aceites y porque no produce híbridos y no tiene polinización cruzada con plantíos de canola. (Internet/La Nación)