1. Triturar el brócoli y echar en una olla con agua hirviendo.
2. Retirar al brócoli del agua una vez cocido, poner dentro de un paño de algodón limpio y escurrir muy bien para que suelte todo el agua.
3. En un bol mezclar un huevo, sal, albahaca, ajo en polvo y avena hasta conseguir una mezcla homogénea.
4. Añadir el brócoli cocido y volver a mezclar.
5. Extender la mezcla en forma de círculo sobre un papel para horno y hornear durante 15 minutos.
6. Extender una capa de la salsa de tomate y sobre ella colocar la mozzarella.
7. Lavar los tomates y cortar en rodajas. Cortar la cebolla. Disponer sobre el queso.
8. Rematar con hojas de rúcula y espinacas frescas.
9. Hornear unos minutos hasta que la mozzarella esté fundida.

Consejos y apuntes: Existen muchas dudas sobre su la avena es apta o no apta para celíacos, por lo que esta receta no sería completamente apropiada para intolerantes al gluten. Como alternativa, basta con sustituir la avena por almidón de tapioca, por ejemplo. Sobre la base, deja que vuele la imaginación pues admite muchas opciones. Aquí hemos propuesto una pizza ligera de tomate, cebolla, mozzarella y brotes pero puedes añadir cualquier tipo de proteína u otros vegetales como calabacín o pimiento. Además, esta receta no solo te sirve para preparar pizzas sino que la puedes adaptar como bases a modo de tortillita para canapés.