El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú pidió la «inmediata paralización de los trabajos» en la frontera binacional y requirió, además, «una urgente reunión bilateral de carácter político y técnico», según una nota de prensa.
El muro está ubicado en la ciudad de Huaquillas, en la provincia ecuatoriana de El Oro, y discurre por la margen derecha del canal internacional de Zarumilla. Acostumbrados al constante paso por la frontera, numerosos comerciantes también han manifestado su malestar por las obras. Ecuador asegura, sin embargo, que el tránsito está garantizado, pues el proyecto incluye la construcción de un puente peatonal.
La Cancillería de Perú recordó en la nota de prensa «la obligación que tiene el Ecuador, de conformidad con el Acuerdo de Bases del año 1998, de dejar disponibles 10 metros en la margen derecha» del canal de Zarumilla y de «construir en esa franja un camino de servicio». «Asimismo, se señaló las implicancias que tiene dicha obra sobre la distribución del caudal de agua, especialmente en grandes avenidas, situación que eleva el riesgo de inundaciones en la zona urbana de la Villa de Aguas Verdes», finaliza la nota.
«Soluciones en conjunto»
Como respuesta, el Ministerio de Desarrollo Urbano de Ecuador afirmó que el muro cumple con lo estipulado en el Acuerdo de 1998. María Alejandra Vicuña, titular de la cartera, aseguró en una nota de prensa que «los canales de diálogo» con Perú «permanecen abiertos para encontrar soluciones en conjunto». «Todo es susceptible de revisión para llegar a acuerdos», aseguró la ministra.
Fuentes de Torre Tagle —la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores peruano— se mostraron sorprendidas por esta construcción, que en los tiempos que corren guarda «una lamentable reminiscencia con el muro de [Donald] Trump», en la frontera de EE UU y México; insistieron en que «lo más importante es encontrar los mecanismos para mantener la extraordinaria relación diplomática forjada entre Perú y Ecuador en los últimos años».
Los dos países sudamericanos comparten una frontera de 1.500 kilómetros que comienza en el océano Pacífico y concluye en el río Putumayo, en plena selva amazónica. Ha sido objeto de numerosas polémicas y dos conflictos armados, que condujeron a la intervención de Argentina, Chile, Brasil y EE UU, países garantes de protocolo limítrofe de Río de Janeiro de 1942. De manera simbólica, el último hito demarcatorio se colocó en mayo de 1999.
UNA OBRA PARA PONER FIN AL CONTRABANDO
El muro está ubicado en la ciudad de Huaquillas, en la provincia ecuatoriana de El Oro, y discurre por la margen derecha del canal internacional de Zarumilla. Forma parte del proyecto Parque Lineal de Huaquillas, que incluye un complejo de áreas comerciales y recreativas de cerca de 25.000 metros cuadrados. La obra busca ponerle freno al contrabando con Aguas Calientes —una localidad que se encuentra del lado peruano de la frontera— y evitar que el espacio se convierta un foco de contaminación. Las autoridades ecuatorianas aseguran, además, que la obra también servirá para prevenir futuras inundaciones. Ecuador empezó la construcción del complejo hace un mes y medio, con un presupuesto que bordea los 4,4 millones de dólares. Se proyecta que estará concluida en septiembre de 2017. (EL PAÍS/LA NACIÓN)
