Conforme la fecha del lanzamiento del iPhone 8 se acerca, los diseñadores e ingenieros de Cupertino empiezan a trabajar a destajo para solventar ciertos problemas de software en su próximo flagship para evitar retrasos, según asegura Fast Company.

Citando una fuente con conocimiento de la situación, la web asegura que Apple ha entrado en pánico porque están encontrando dificultades que podrían provocar que el lanzamiento de su buque insignia no incluya ciertas características que se antojan fundamentales.

Problemas con la carga inalámbrica

La primera de todas ellas es la carga inalámbrica inductiva. Hace meses sabemos que varios modelos de iPhone de 2017 incluirán la carga inalámbrica inductiva.

Sin embargo, se sabe desde hace días que Apple estaría planeando vender el dock de carga por separado y quizás posteriormente al lanzamiento del iPhone 8, concretamente de la mano de la actualización iOS 11.1. Sorprendente este hecho ya que la carga inalámbrica per se no es una tecnología novedosa y no debería costar demasiado de implantar, sin embargo Apple se estaría encontrando con problemas en software.

Problemas con el sensor 3D

Pero Apple también estaría teniendo bastantes problemas con el sensor 3D integrado en la cámara frontal. Una característica clave, ya que todo apunta a que el iPhone 8 no incluiría Touch ID a cambio de ser sustituido por el reconocimiento facial, pero sin el sensor 3D funcionando de forma fiable, no sería posible. Igualmente, se especula con que el problema es de software que lo implementa y no de hardware.

Sin embargo, son más optimistas en este sentido y se prevé que llegará a tiempo. Pero sino, la solución de Apple pasa por integrar el sensor 3D y pulir su funcionamiento más adelante, en próximas actualizaciones. En todo caso, se cree que Apple aun apostaría por integrar el Touch ID bajo la pantalla y que sería cuestión de semanas que lo lograse.

El iPhone 8, todo un reto

No obstante, a menos de tres meses de su lanzamiento, Apple debería ir muy avanzada en su proceso de producción y todos estos problemas deberían haber sido solventados hace tiempo. Por lo que confiemos en que se trate de meras especulaciones o problemas más pequeños de lo que parecen.

En todo caso, el iPhone 8 es el terminal más esperado del año, pero todo un quebradero de cabeza para Apple… que puede ser mayor aun si se cumplen las predicciones que auguran unas ventas inferiores a las del ciclo del iPhone 6. (HYPERTEXTUAL/LA NACIÓN)