Internacional

Opositores rechazan reforma a servicio de inteligencia de Argentina tras muerte de fiscal

 El alcalde de la ciudad de Buenos Aires -uno de los principales aspirantes de la oposición para las elecciones presidenciales de octubre- también cuestionó el plan oficial para reformar el servicio de inteligencia.

 BUENOS AIRES.  Diputados de la oposición argentina calificaron de «oportunista» un proyecto oficial para reformar el servicio de inteligencia, luego de que la misteriosa muerte de un fiscal que estaba en el centro de la escena política expuso el oscuro funcionamiento de la agencia de espionaje del país.

 Un grupo de legisladores argentinos se reunió en el Congreso para manifestar su rechazo al proyecto, que no obstante los expertos creen que sería aprobado sin inconvenientes ya que el Gobierno cuenta con la mayoría -contabilizando a sus socios- en ambas cámaras parlamentarias.

 La oposición cuestionó que el plan oficial deja al servicio de inteligencia bajo el mando de la Procuraduría General de la Nación, que representa a los fiscales del país y que actualmente está dirigido por Alejandra Gils Carbó, una figura cercana al Gobierno.

 «Lo primero que tienen que dar cuenta (las autoridades) es del manejo mafioso que hicieron durante estos años de los servicios de inteligencia», dijo la jefa del bloque de diputados del partido GEN, Margarita Stolbizer, en una conferencia junto a los líderes de los demás partidos principales de la oposición.

 La presidenta Cristina Fernández anunció el lunes que buscará disolver la Secretaría de Inteligencia y reformar la normativa que regula al espionaje, en función de «transparentar definitivamente un sistema que no ha sido de inteligencia (…) y no ha servido a los servicios nacionales».

 La decisión fue un coletazo del caso que conmociona al país desde la semana pasada, cuando el fiscal Alberto Nisman apareció con un tiro en la sien en el baño de su hogar días después de haber denunciado penalmente a Fernández por un supuesto complot para encubrir a los iraníes acusados de un ataque antisemita de 1994.

 La denuncia de Nisman -que además involucra al canciller de Argentina, a un legislador y a dirigentes políticos locales- fue considerada débil por algunos expertos y por el Gobierno, que argumentó que los servicios de inteligencia que colaboraban con el fiscal pudieron brindarle información falsa.

 Funcionarios han dicho que creen que agentes desplazados recientemente de la Secretaría de Inteligencia, y que trabajaban en contra del Gobierno, podrían estar involucrados en la muerte de Nisman.

 «No puede haber nombramientos con estabilidad que condicionen a un Gobierno por venir», dijo en conferencia de prensa Mauricio Macri, en referencia a que el proyecto prevé que los jefes de la nueva Agencia Federal de Inteligencia tendrán mandatos de cuatro años.

 El caso Nisman ha tenido un alto impacto en Argentina y fue un duro golpe para el Gobierno, a pocos meses de unos comicios a los que la actual mandataria no puede presentarse por haber cumplido ya los dos mandatos consecutivos que le permite la Constitución. (Reuters/ La Nación)