Opinión

Oportunismo directo al bolsillo

Por:  Laura Rendón Aguirre – Colombia.

Universidad Pontificia Bolivariana
Comunicación – Periodismo, semestre 1
laurarendonaguirre2@gmail.com

Colombia no se libró de batallar contra esta pesadilla mundial llamada covid-19. Cada día esta crisis afecta más los mecanismos de funcionamiento social, uno de ellos la economía, lo que ha desatado gran alerta entre los colombianos provocando aglomeraciones en las centrales de abasto, supermercados y tiendas, además de generar un agotamiento acelerado de alimentos y productos.

A causa de la gran demanda, el aumento en los precios de muchos productos básicos ha sido radical y evidente para los ciudadanos, y es ahí donde nos preguntamos: ¿por qué?, ¿qué es lo que está pasando? A pesar de la situación compleja que atravesamos, sigue vigente el oportunismo, el interés propio por encima del común, y en el caso más puntual de algunos productores, distribuidores y comerciantes, quienes se aprovechan del momento para obtener más ganancias a costa de la alteración y angustia de la gente, cosa que no sorprende ya que la falta de información y educación es bastante en este país.

El Gobierno Nacional, para controlar esta situación, emite el decreto 507 del Artículo 2 para sancionar la alteración de los precios, por ello el Fiscal General, Francisco Barbosa, indicó en un comunicado, el 17 de marzo, que aquellas personas que tengan la intención de impedir que los ciudadanos dispongan de productos básicos para sobrellevar esta cuarentena debido a los altos costos, serán castigadas de manera rigurosa con una sentencia entre cuatro y ocho años de prisión. Para lograr esto se abrieron canales virtuales y la línea celular 122, para que los agentes del CTI y la Dijín de la Policía estén dispuestos para actuar al respecto.

¿Realmente estas medidas son suficientes y funcionarán? Es hora de tomar acciones que realmente se cumplan, porque para nadie es un secreto que la pobreza y la desigualdad en Colombia predominan y al elevar los precios se vulneraría a miles de ciudadanos a los que sus ingresos no les son suficientes para subsistir con sus familias. Lo menos que necesitamos es afectarnos entre nosotros, lo que en verdad debe sobresalir es la solidaridad y la empatía, porque ténganlo por seguro que sin ellas no llegaremos a ninguna parte.