Tecnociencia

ONU alerta sobre casos de fiebre tifoidea en campo de refugiados palestinos en Siria

La fiebre tifoidea se contrae por beber o comer materia contaminada y los síntomas incluyen náuseas, fiebre y dolor abdominal.

LONDRES. Un brote de fiebre tifoidea entre residentes del campo de refugiados palestinos Yarmouk en Siria llevó a Naciones Unidas a advertir sobre otras posibles enfermedades a menos que llegue ayuda al lugar, que se encuentra en deplorables condiciones.

Seis casos de tifoidea fueron confirmados por la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA por su sigla en inglés), que tuvo acceso a los residentes del campo Yarmouk por primera vez desde junio, al atender unas 200 consultas médicas en una localidad cercana.

La fiebre tifoidea se contrae por beber o comer materia contaminada y los síntomas incluyen náuseas, fiebre y dolor abdominal. Sin tratar, la enfermedad puede generar complicaciones en el intestino y en la cabeza que pueden llevar a la muerte a uno de cada cinco pacientes.

«Nuestra preocupación es que estos casos de tifoidea sólo representen la punta del iceberg, porque la erosión de los servicios de salud y los estándares deplorables de la salud pública crean un riesgo masivo de brotes de enfermedades», dijo el portavoz de UNRWA Chris Gunness.

«La situación es desesperante, y el sufrimiento estaría mucho más expandido y sería mucho más intenso dentro del campo», explicó Gunness a la Fundación Thomson Reuters por teléfono desde Jerusalén.

El campo, establecido cerca de Damasco en 1957 para albergar a refugiados palestinos, se ha convertido en un símbolo del pedido desesperado de las personas que se encuentran en territorios en manos de los rebeldes.

Combatientes de Estado Islámico atacaron el campo en abril pero se retiraron poco después de haber derrotado a su rival, Aknaf al Maqdis, dejando al Frente Nusra -aliado de al Qaeda- como principal fuerza en el campo.

Los enfrentamientos en el campo y sus alrededores han dejado a unos 18.000 refugiados -incluidos 3.500 niños- sin alimento, agua y suministros médicos y llevaron a las agencias de asistencia a instar a las facciones enfrentadas a permitir el acceso de ayuda y habilitar evacuaciones.

Más del 95 por ciento de los refugiados palestinos en el campo dependen de lo que la agencia de la ONU les brinda a diario en alimentos, agua y atención médica, según Gunness.

«Las mujeres están muriendo en los partos debido a la falta de medicinas, los niños están teniendo que comer pasto porque no hay comida, y el principal suministro de agua no funciona desde septiembre del año pasado», agregó el portavoz.

«Nunca la necesidad de acceso sostenido de ayuda humanitaria ha sido mayor», concluyó.

Antes de que comenzara la guerra civil en Siria en 2011, el campo Yarmouk era hogar de unos 160.000 palestinos refugiados de la guerra que en 1948 desembocó en la fundación de Israel, y sus descendientes. (Reuters/ La Nación)