Opinión

NUESTRA REFLEXION DIARIA

Pra. Miriam Florencia/ Guayaquil

“Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré” Salmo 91:15

Se desconoce quién fue el autor de este Salmo y tampoco se conoce bajo qué circunstancias fue escrito, pero lo que sí se puede apreciar son las promesas que abraza para quienes intimidan con Dios. En este Salmo, el Salmista expresa que para los que aman al Señor, para los que tienen comunión con Él y lo buscan de todo corazón hay grandes promesas. Cuando oren, sus oraciones serán contestadas, en los momentos de aflicción y angustia el Señor estará con ellos y serán librados, pero para que todo esto se cumpla hay una condición: -habitar al abrigo del Altísimo y morar bajo su sombra- Esto implica gozar de una total cobertura por parte de Dios y permanecer en El y para El.