NUESTRA REFLEXIÓN DIARIA
Pra. Miriam Florencia/ Guayaquil
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. Romanos 2:1-2
Hipocresía se llama a aquel acto de señalar con un dedo a quien a su juicio está obrando mal aún a sabiendas que él también lo hace. El ir por la vida juzgando a los demás tal cual lo hacían los fariseos del tiempo de Jesús es desagradable, pues han olvidado o no conocen que con ese mismo rigor que juzgan van a ser juzgados por el Sumo Juez, ese Juez Justo quien juzgará con la verdad. Si usted es de aquellas personas que levantan juicios severos y muchas veces falsos sobre su prójimo es tiempo de cambiar, pues con la misma vara que juzga será juzgado. Deje esa tarea para el Señor, Él es quien juzgará a los vivos y a los muertos. No adopte el papel de Dios y viva en paz con las personas en tanto le sea posible, revistiéndose de tolerancia y paciencia, pero sobre todo de mucho amor.