Opinión

¿NOS MERECEMOS EL CAOS Y LA DESTRUCCIÓN…?

María Elena Gómez de Reshuan/Guayaquil

Es hora de mirar más allá de nuestras narices y comprender que con nuestras acciones y omisiones, estamos ocasionando la destrucción de la naturaleza, naturaleza que nosotros necesitamos para continuar viviendo en este mundo.

Nos hemos detenido acaso a pensar, que va a pasar cuando la raza humana sea exterminada, a la naturaleza no le va a importar, porque no necesita de una raza de ignorantes desagradecidos, corruptores, vende patrias y locos por el dinero inmediato.

Es hora de que la gente de bien reaccione y salga de su metro de confort y egoísmo, a luchar contra los corruptos y corruptores, buenos, solo para destruir todo lo noble que encuentran a su paso.

Es hora de frenar a los delincuentes, que siguen destruyendo nuestra Amazonia, irrespetando pueblos ancestrales, donde se ha hecho usual, exterminar a quien protesta y en conocimiento de causa, miramos al costado y bajamos los brazos, por cuatro monedas de oro, llenas de dolor y sangre, vendemos lo más sagrado que tiene un hombre, “LA DIGNIDAD “.

Por favor, por favor, que hizo la generación pasada, que tipo de monstruos crearon, para que sean médicos del terror y de la vacuna, tecnólogos de lo virtual para confundir a los niños, con falsas creencias de un tercer sexo, que no existe, que clase de gente perversa es esta, que prefiere guardar un ovulo, para venderlo al mejor postor y fomenta el asesinato de un niño no nacido.

Parecería que el mundo enloqueció, que se olvidaron de que Dios con su infinito poder, guio y cruzó a su pueblo a un destino de libertad, que aniquiló un imperio que se autodenominaba poderoso y lo destruyó con las plagas y la falta de alimentos.

El mundo olvidó que nuestro padre Celestial mandó a su hijo a salvar a los pueblos del mundo del caos, donde se habían asentado.

El mundo olvido y cuatro pelafustanes, ávidos de poder, que no lo van a conseguir, siguen operando desde sus madrigueras, aspirando vencer al único Dios verdadero.

Es hora de que los pueblos reaccionen y se unan en un solo clamor a Dios, para obtener sabiduría Divina y vencer al enemigo, de igual forma como David venció a Goliat.

La tierra, el mundo, nuestro país no merecen lo que estamos viviendo por intereses y poder.

Que Dios y la Mather salven al mundo y en él, al Ecuador querido.