No vuela bajo el CPCCS.
María Sol Camacho B./ Guayaquil
solcamacho@uees.edu.ec
En las próximas elecciones nos entregarán hasta siete u ocho papeletas (según residamos) para sufragar, siendo confuso de por sí. Pero hay un desconocimiento general sobre una de las dignidades a elegir, restándole importancia, sin embargo, poseen más alcance que las seccionales.
Con una voracidad propia del correismo, quiere acaparar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) mediante habilidades camaleónicas, por citar un ejemplo: se despojaron del color verde y en su gran mayoría visten de azul. Cabe recalcar que hay otros candidatos que visten de azul, no vinculados a la 35 y afines, pero ciertamente como buenos carroñeros quieren confundir al votante.
¿Cuál es la necesidad de ganar el CPCCS? Los siete electos serán los encargados de designar mediante “Comisiones Ciudadanas de Selección” las siguientes autoridades: Consejo Nacional Electoral, Contraloría General del Estado, Defensoría Pública, Defensoría del Pueblo, Tribunal Contencioso Electoral.
Además, mediante ternas (conjunto de tres personas propuestas para un cargo) presentadas por El Ejecutivo, el CPCCS designa las siguientes autoridades: Procuraduría General del Estado, Superintendencia de Bancos, Superintendencia de Protección de Datos.
Como si no bastara, el CPCCS a través de ternas enviadas por Funciones e Instituciones del Estado, determinan elementos de selección en los Vocales del Consejo de la Judicatura. Y para poner la cereza, también tiene atribución en procesos de elección y designación de autoridades en: Comité Intersectorial Nacional de Desarrollo de Fronteras, Consejos Nacionales de Igualdad, Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria.
Para sintetizar, el CPCCS se inmiscuye desde las fronteras (ya imaginamos todo lo que circula en los linderos del país) jueces (los mismos que liberan criminales) Contraloría (glosas impagas y obras con sobreprecios) Procuraduría (representación y patrocinio del Estado) Superintendencia de Bancos (vigilancia e inspección de bancos, camuflaje incluido) y más.
Aclarando las aguas, se puede comprender que el CPCCS maneja a través de hilos disfrazados de “democracia participativa” casi, a todos los poderes del Estado, convirtiéndolo en una torta apetecible, que el correismo quiere ganar, para controlar a todas las dependencias estatales antes mencionadas.
El CPCCS no vuela bajo, puede parecer un curul “de relleno”, siete pipones más, pero en este caso abarca y aprieta demasiado en mi opinión. Me permito invitarlos a investigar sobre cada candidato, sobre los cargos desempeñados y en que época, no vaya a ser que se terminen posesionando siete Carontes, quien es definido por la mitología griega como el barquero del inframundo.