Opinión

¡MUJERES DE TEMPLE!

Antonio Palacios Frugone/ Guayaquil

 

 

Vivimos tiempos difíciles, donde los principios que deben regirnos, sufren alteraciones de acuerdo a las conveniencias de nuestros falsos “líderes”, estos, a base de demagogia barata y mal intencionada, hacen de la miseria su catapulta para conseguir sus fines lucrativos, no pensando en el bien general, sino priorizando su bienestar particular.

Necesitamos un cambio, nuestro país ha sido básicamente una nación políticamente machista, hemos detenido el avance de la mujer, limitándola, menospreciándola, no ubicándola en el sitio que le corresponde, a pesar de habernos mostrado su sabiduría, ternura, sensibilidad, guía en la conducción de nuestros hogares, temple e intervenciones en todos los campos de la vida.  Hay  muchísimas mujeres que nos determinan su valor ¡Manuela Sáenz, Manuela Cañizares, Manuela de la Santa Cruz y Espejo, Marieta de  Veintimilla, Mariana de Jesús, Narcisa de Jesús, Transito Amaguaña, Hermelinda Urbina, Patricia Gualinga, Carlota Jaramillo, Neisi Dajomes, Alexandra Escobar, Margarita Arosemena! y así podría seguir nombrando compatriotas que se han destacado, ¡otras sin ser visibles! han luchado  en diferentes espacios donde el anonimato forma parte de su grandeza, siendo diversos los campos que han  abarcado: libertarios, religiosos, periodísticos, intelectuales, deportivos, económicos etc.   resaltando un reconocimiento especial en su invalorada “ayuda social”, trabajando por el resurgir de los pobres, haciendo un verdadero apostolado, sin pensar en votos o recompensas políticas, ni de ninguna naturaleza.

Mi homenaje a todas las mujeres de mi país, por lo que han dado, hacen y seguirán entregando, sin embargo, quiero resaltar el temple de una mujer en especial, en estas épocas en que la corrupción y la impunidad campean, donde la inseguridad que nos rodea, puede presentarse en cualquier momento, legalizada o no.

 La Sra. Patricia Ochoa de Gabela, ejemplo de amor y temple, luchando contra todo el poder del estado, por simplemente buscar y encontrar lo que ¡este! se niega a realizar ¡la solución del crimen que fue objeto, su esposo, el General Gabela!, asesinado tan solo por denunciar un negociado en la adquisición de helicópteros para nuestra fuerza aérea, son casi 13 años de haber sucedido ese acontecimiento y hasta este momento sigue presente la misma oscuridad.

 Sra. Patricia Ochoa viuda de Gabela, gracias por demostrarnos su amor, sabiduría, coraje, fuerza y constancia, usted es un verdadero ejemplo de lo que es la mujer ecuatoriana.

Dios cuide, guie y proteja a nuestras mujeres y nos de la sapiencia para decir ¡ES TIEMPO DE USTEDES! VIVAN POR SIEMPRE.