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Muere Emilio Botín, patriarca del banco Santander; su hija lo sucederá

La noticia sobre la muerte de Botín sorprendió al mundo financiero y político en toda España.

MADRID. Emilio Botín, el hombre que transformó al pequeño banco regional español Santander en el mayor prestamista de la zona euro, murió el martes por la noche de un infarto a la edad de 79 años.

Su hija mayor, Ana Patricia Botín, fue elegida como su sucesora en la presidencia del consejo de administración del banco, dijeron dos fuentes con conocimiento del asunto.

Emilio Botín, como su abuelo y su padre lo hicieron antes, ocupaba la presidencia del Santander desde 1986, tras asumir la dirección general en 1967 y el puesto de consejero delegado en 1977.

Con una gestión extremadamente personal, Botín contribuyó a transformar la pequeña entidad financiera en uno de los grandes grupos bancarios del mundo, llevando la llama del logo del Santander por todo el mundo.

Bajo su dirección, Santander se embarcó en una vorágine de adquisiciones en la década de 1990 en Latinoamérica y se lanzó también al mercado británico con la compra de Abbey National en el 2004 por más de 9.000 millones de libras.

La decisión de que le suceda su hija puede suscitar alguna controversia, porque las dinastías bancarias han estado bajo crítica tras el escándalo que hundió al banco portugués Banco Espirito Santo, y por el que se investiga a la familia fundadora.

«Una sucesión no debería ser simplemente decir ‘mi hija se hará cargo'», dijo un experto en gobierno de empresas de un gestor global de fondos que administra acciones de Santander, hablando a condición de anonimato.

Sin embargo, otros dicen que Ana Botín, quien ha pasado la mayor parte de los últimos 25 años en el banco, puede ofrecer una muy bienvenida continuidad.

«El asunto clave es si el control familiar es o no algo bueno. Finalmente depende de la persona y su hija es una astilla del mismo palo», dijo Philip Saunders, uno de los jefes de Investec Asset Management.

«Con frecuencia, el control familiar o una fuerte influencia impulsa la visión de largo plazo, lo que es particularmente importante en el contexto bancario, porque los bancos que tienden a comportarse de manera procíclica destruyen valor de los accionistas como consecuencia», dijo.

Sin embargo, no todo ha sido éxito. El retorno total para los accionistas de Santander en los últimos 10 años ha sido menor al de rivales como JPMorgan y HSBC, dos bancos con los que a Botín le gustaba compararse, según colegas.

El banquero también fue objeto de controversia. Su familia, que posee apenas un 2 por ciento del Santander, pagó 200 millones de euros en el 2011 para evitar cargos de evasión de impuestos relacionados con una cuenta en un banco suizo.

«Botín ha sido el rey extraoficial de España. Su muerte crea incertidumbre y un vacío de poder en la cúspide», dijo el gerente de un fondo de cobertura en Londres, que pidió que no se mencionara su nombre.

«La sucesora obvia era su hija, ese siempre fue el plan, pero no tuvo tiempo para arreglarlo adecuadamente e instalarla como presidenta del consejo de administración antes de morir, así que puede haber algún conflicto», añadió. (Reuters)