Rusia protestó ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y descartó de plano cualquier injerencia de sus fuerzas en el actual conflicto en Ucrania.

MOSCÚ. En una de las acciones más agresivas desde los días de la Guerra Fría, el Kremlin ordenó a sus bombarderos con capacidad nuclear, realizar patrullajes hasta el Golfo de México y el Caribe, después que Washington amenazara a Rusia si sigue armando a los rebeldes al este de Ucrania.

Hasta ahora lo máximo que se habían acercado los aviones rusos a la costa norteamericana, databa de los días de la Guerra Fría, cuando aeronaves de espionaje eran detectadas con frecuencia, e interceptadas aunque no derribadas por la Fuerza Aérea norteamericana. Sin embargo ahora y solo días después de un cruzamiento aéreo inédito, entre aviones de la OTAN y bombarderos rusos Tupolev Tu-95, sobre aguas del océano Atlántico.

“En la situación actual, hemos de mantener presencia militar en el Atlántico Occidental y el este del Pacífico, así como en el Caribe y el Golfo de México”, dijo el ministro ruso de Defensa, Sergéi Shoigú, apenas horas después que el jefe militar de la OTAN, general Philip Breedlove, denunciara que los aliados occidentales detectaron traslados de fuerzas rusas en la frontera este de Ucrania.

Mientras tanto se espera que Estados Unidos acuerde con la Unión Europea, nuevas sanciones contra la economía rusa que incluirán a los separatistas ucranianos, lo que nadie espera es que sirva más para empeorar la crisis que podría devolver así la guerra a Ucrania. (Internet/La Nación)