Modelo matemático ayudaría a prevenir microcefalia por zika
A través de un modelamiento epidemiológico se pudo establecer que, para prevenir la aparición de desórdenes neurológicos congénitos asociados con el contagio del sika, se debe aplicar una vacuna contra esta enfermedad a mujeres entre los 10 y 39 años de edad.
Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en 2016 se reportaron en Colombia más de 105 mil casos de zika, de los cuales 20 mil mujeres en estado de embarazo estaban infectadas con este virus. Para noviembre de ese año, el INS había registrado 476 casos de microcefalia en bebés recién nacidos y advirtió que en los siguientes seis meses nacerían entre 95 y 300 niños con este trastorno neurológico asociado al virus.
Hasta el momento no se tiene conocimiento de una cura o vacuna que prevenga y trate este virus, pero, de manera preventiva, el ingeniero Nelson Andrés Castañeda, magíster en Automatización Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) desarrolló e implementó un modelo epidemiológico para evaluar la dinámica de propagación del virus en una población del departamento de La Guajira.
“El objetivo era representar la manera como actuó la epidemia y aplicar estrategias de vacunación para prevenir los desórdenes neurológicos asociados al zika en Riohacha”, explica el ingeniero.
El modelo trabajado en la investigación se hizo con el programa para el modelamiento de enfermedades infecciosas Framework for Reconstructing Epidemiological Dynamics (FRED) elaborado en la Universidad de Pittsburgh, que está basado en agentes que representan la dinámica de la población a través de interacciones sociales entre los habitantes.
Para la investigación se trabajó con los datos del Sistema Nacional de Vigilancia Rutinaria (Sivigila), del Instituto Nacional de Salud y proyecciones de tipo demográfico del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), además de estudios realizados por universidades e investigadores.
El investigador explica que para evitar el riesgo epidemiológico se pueden tener distintos enfoques. Uno de ellos es controlar el medio de transmisión, que en este caso es el mosquito Aedes aegypti; el otro es controlar la transmisión del virus en las personas. En este caso, se eligió la segunda opción, ya que “cuando llegó el zika a Colombia las autoridades habían tomado medidas para atacar a los mosquitos por el chikunguña”.
El equipo investigador trabajó con una población sintética, organizada con datos estadísticos y demográficos para desarrollar el modelo, y que se construye con la plataforma IPMUS- International y con un algoritmo para desarrollar la heterogeneidad. “basados en los datos creamos las estrategias de vacunación. Hicimos estrategias para vacunar a toda la población entre 10 y 39 años, 10 y 24 años y 35 y 39 años.”, explica el investigador.
El modelo FRED utiliza, además, patrones de comportamientos como interacción entre agentes, movilidad local y comportamientos cuando el agente está enfermo.
En cuanto a la dinámica epidemiológica, el modelo segrega a la población en cuatro categorías: susceptible, todo agente que puede contraer el virus; expuesto, cuando un agente es picado por un mosquito portador del virus pero este aún no es capaz de transmitirlo; infeccioso, cuando el agente portador del virus comienza a transmitirlo; y recuperado, cuando el sistema inmunológico del agente logra eliminar el virus y se vuelve inmune a él.
El investigador explica que una vez se representa la forma en que la epidemia se comportó en la región a modelar, se implementan estrategias de vacunación seleccionadas. Dentro del modelo se realizan campañas de vacunación de forma aleatoria priorizando a los grupos sociales seleccionados.
Cuando se aplica una vacuna en el modelo el agente puede o no quedar inmune; si queda inmune, el individuo queda fuera de la dinámica epidemiológica y, por tanto, no es capaz de transmitir el virus así sea picado por un mosquito transmisor.
Como resultado de la investigación, se determinó que en el desarrollo de políticas públicas es conveniente aplicar las campañas de vacunación antes de que el brote llegue a la región.
Finalmente, se determinó que se debe priorizar la vacunación en mujeres entre los 10 y 39 años, no solo para disminuir el impacto del virus, sino para prevenir desórdenes neurológicos congénitos en recién nacidos.
Agencia de Noticias UN