Medio siglo vendiendo helados en Conocoto
Don Carlitos Villareal se dedica a la venta de los tradicionales helados de paila de fruta natural por más de 50 años.
Caminando por las calles de Conocoto, podremos observar todos los días a Don Carlitos Villareal de 73 años.
Muy impecable además de sonriente y amable, quien luego de haber dejado su tierra natal Tulcán en el año de 1967 llego al barrio de San Juan del Centro de Quito para luego vivir en este encantador valle y dedicarse a la venta de los tradicionales helados de paila de fruta natural por más de 50 años.
Aprendió este oficio desde muy joven como una alternativa de trabajo al no poseer estudios, sin embargo esto no le fue un impedimento para salir adelante en la vida y por ello dice sentirse feliz de haber dedicado sus días a esta labor.
Y es así como decidió sembrar raíces en Conocoto en donde formó su familia y tuvo 6 hijos que son profesionales gracias a su esfuerzo consagrado a la labor de este producto artesanal acompañado de su carrito de madera. Fue socio y dirigente del Sindicato de Heladeros Quito.

Su padrastro fue quien le enseño hacer los helados, que son preparados con mucha dedicación a la víspera y para ello existen dos fórmulas, la una que está realizada con hielo y sal de grano y la otra con hielo seco.
Los hay de todo sabor como guanábana, naranjilla tomate de árbol acompañado del infaltable arrope de mora, mismos que son muy saludables por no poseer colorantes y son a 50 cts. Y cuando el país aún no estaba dolarizado los vendía hace años a 2 reales. También lo vende por litros para varios compromisos para el disfrute de sus clientes que muchas veces son adultos que desde niños degustaban este delicioso manjar dulce y que hoy traen a sus hijos.
Siempre lo podremos encontrar en el Parque Central de la parroquia, desde las 9 de la mañana hasta la una de la tarde, todos los días en este jardín hermoso que es visitado con mayor fuerza los fines de semana porque es un espacio ideal para el descanso familiar.
Lo cierto es que emprendedores como don Carlitos merecen el respeto por su incansable y constante aporte a la historia de Conocoto valle encantador de Quito y seguirá endulzando como él lo afirma los paladares de los conocoteños y de los extranjeros hasta que Dios lo permita.
Por: www.cerolatitud.ec