Por: Nelson Villacís/ Ibarra

Poeta, pintor y místico.

nrvillacis@live.com

¿Cuál sería la ética para sobrevivir a tanto idiota? La palabra idiota proviene del griego ιδιωτης (idiotez) y fue usada para referirse a todo aquel que no se preocupó de los asuntos públicos, sino solo se ocupó de sus intereses privados y personales. El vocablo idiota también es usado en latín, y significa «ignorante».

De allí que estamos rodeados de idiotas y ególatras; estamos al borde de una imbecilidad y un abismo colectivo.

Las nuevas estrategias del poder ya no consisten en someter pequeños pueblos a la fuerza, sino enseñar a la totalidad de la humanidad, sus mecanismos de consumo bajo una aparente independencia política y asistemática, muy atractiva.

Al poder actual ya no le atrae la disciplina coercitiva sino más bien un optimismo gráfico y pragmático, ahora se habla de una sociedad empática, con la naturaleza, el género y los animales; ahora hasta el más idiota de los idiotas, conoce esta palabra “empatía” al igual que su metodología basada en los famosos  “emprendimientos” con lo cual se construye una sociedad estólida, basada en estultos y   diseñada para corto, mediano y largo plazo para  que hagan uso de ella, gobiernos, cancilleres, diputados, ministros, asambleístas que representan al gran poder mundial como filiales de sus negocios o franquicias.

Todos estos idiotas trabajan como un equipo de sustento, para un gran poder monetario ambiguo y especulador. Fingen ser políticos, pero no lo son y cual protervos activistas trabajan para el nuevo *Maoísmo Neo-Liberal* como insinuó llamarlo el filósofo ingles Mark Fisher o la sociedad sostenida por el * Panóptico digital de la transparencia* como lo denomina el filósofo Sur Coreano Byung Chul Han o La Naturalización del Capital como me atrevo a llamarlo en mi percepción.

La nueva sociedad es la adicción al consumo, en donde ya no existen clases sociales y solo existen los – espectadores y consumidores –.

Han creado un sistema de “meritocracia” que obliga a la gente a pasarse la vida tras diplomados, títulos y aulas virtuales; el nuevo matrix educativo se ha deshecho del acicate por el conocimiento científico y ha instaurado la superficialidad de la información por los instructivos, con su respectivo manual de métodos y metodologías para el “éxito personal”.

Ahora no importan las ideologías y de ahí que los gobiernos de supuesta “derecha o izquierda” han sido unidos a través del Big Data, donde priman los números como garantías de resultados.

Tanto el “Socialismo del siglo 21 como la supuesta derecha neo liberal” han hallado empatía y conexión para un mismo matrix. Todas las creencias religiosas y políticas han colapsado o, al menos, están en duda. De allí que han transformado a los estudiantes en usuarios o productos de consumo, la sociedad actual ya no recluta personas sino paquetes económicos. El ciudadano moderno ya no se educa para el conocimiento sino para la servidumbre y por ello se pasa pagando estudios hasta el día de su muerte. Esto de exigir la “meritocracia laboral” lo han instaurado a nivel planetario y es solo para medir la esclavitud del consumidor y las nuevas profesiones para medir el poder, son los auditores y consultores, pero para instaurar su idea como religión han puesto a coaching, influencers a través de una herramienta de hashtags digitalizables.

La palabra política, en su acepción real, proviene del griego “πολιτικός”  o “ polítikos” que significa – de los ciudadanos – o del estado y su equivalente en latín sería “ civitas” que significa “civil”; entonces se hace claro que una gestión a través del estado debería estar al servicio de la sociedad civil y no de intereses privados; pero esto se acabó porque ahora las sociedades se manejan como empresas y el tratamiento y gestión de  intereses comunitarios ya es cosa del pasado. Los griegos llamaron “idiotikos o privados “a todo aquel ciudadano que no viera por intereses sociales y solo viera por sus propios intereses personales.

Ahora se ha creado una sociedad para los estímulos hedonistas y la deuda como cadena perpetua; mientras vemos hermosas imágenes de desnudos por red, nos alejamos del eros real de la convivencia, desacreditamos los rituales. El amor ya no es un ritual sino una practicidad de enlaces por red. Hasta el nombre lo dice “red” somos los peces listos para ser extraídos inmisericordemente de su océano de anzuelos, en actitud de la dictadura del me gusta, me encanta, me importa, etc.

Para el nuevo poder, la sociedad actual ya no necesita de afectividad sino de efectividad y sus nuevas estrategias no son para nada inocentes.

Se nos ha instruido filosóficamente, sobre que ya no existen clases sociales y tampoco existe la explotación de obreros por parte de los burgueses, ahora se habla de “emprendedores” para enseñar la auto explotación, la auto esclavitud, para de esa manera liberar a todos los sistemas políticos de culpa. Es ¨la redención del poder” y quien fracasa es quien no se esforzó lo suficiente por obedecer el nuevo matrix económico. – La culpa ya no es del gobierno, ni del sistema – la culpa ahora solo es del individuo.

Por eso, hace rato las empresas crearon las famosas franquicias, donde ellos se liberaron de la ley anti monopolios y les permiten a individuos servirles, bajo una aparente independencia, que no es para nada independiente; porque quien adquiere una franquicia se somete a una dictadura de reglas y marcas, encima que les hace publicidad gratuita y les cotiza en la bolsa de valores a las grandes empresas monopólicas, sin ganarse ni un céntimo de regalía en su beneficio. El pobre individuo que adquiere una franquicia se mete en una prisión voluntariamente y está obligado a cumplir cuotas altísimas de venta, mercadeo y expendio.

Cuando apareció el internet, hasta el famoso Bill Gates se equivocó, al declararse en contra, porque creía que se trataba de un -comunismo digital- tardaría algunos años en comprender que lo que se estaba, es instaurando la universalización del capital por encima de cualquier creencia ideológica o política.

El poder ha inventado un “método positivo” donde a cada quien le hace responsable de elegir su propia esclavitud hasta con una sonrisa de selfie; de allí que plataformas y aplicaciones están construidas para ese mercado del “yo positivo” del “yo y mi ego” del “yo que anula las diferencias” todo esto con algoritmos que eligen por nosotros; es por ello que hasta Netflix o Youtube mide nuestros gustos y preferencias y estas plataformas solo nos ofrecen lo que no difiere a nuestros gustos y preferencias; luego estos sistemas algorítmicos de datos están al servicio de la banca y de todo negocio mundial, incluida la politiquería.

Hemos visto sin ningún asombro como hace poco tiempo se debatió en todas las cámaras, congresos o Asambleas políticas del mundo “La ley del matrimonio igualitario” en donde en muchos países se aprobó tanto la nupcia homosexual y hasta la adopción por parte de parejas LGBTI; esto no se hizo porque ha madurado la sociedad, sino se lo hizo bajo cálculos de un negocio; pues bajo rigurosos estudios, las transnacionales farmacéuticas descubrieron las grandes rentas que podría representar el hecho de que un hombre quiera ser mujer y una mujer quiera ser hombre; pues las hormonas, pastillas, tratamientos, cirugías son mecanismos eternos para preservar tu elección de género y tienen un costo que multiplica sus rentas por tres.

En Ecuador ahora un ciudadano goza del falso derecho a elegir su género hasta en su documento de identidad y hasta le dan la oportunidad de elegir su raza, Es decir, si bien no se elige el sexo, pero sí se puede elegir el género; de allí que un hombre con sexo masculino puede inscribirse como mujer y viceversa.  -Pedro ahora puede llegar y decidir llamarse Anita y María puede decidir llamarse José- Esto se hizo por obra y gracia del socialismo del siglo 21; pero igual hubiese acontecido por obra y gracia de la derecha neo liberal; porque ahora todos sirven a un mismo poder. Ahora hasta se han creado libros escolares a manera de doctrinas para enseñar la naturalización del género sexual y es por eso, que tras de ello se esconde La Naturalización del Capital.

La nueva alimentación, tampoco escapa a esto, lo han pensado y planificado todo y por ello hoy existe la alimentación light y dietética, baja en calorías y colesterol; porque es mucho más rentable que la alimentación real. Producir alimentos light es mucho más barato que producir alimentos reales.

Todo se disfraza de ecología, de medio ambiente y salvaguarda de especies y por ello pronto desaparecerá el dinero físico y se impondrá el dinero digital, para controlarnos mejor y que solo necesitemos de un celular e internet para cada transacción que sea medible.

Si nos fijásemos bien, veríamos que todos los gobiernos de derecha e izquierda van en una misma dirección que es La Naturalización del Capital. Ya no hay capitalismo, ya no hay socialismo, ahora solo existe el monetarismo.

El air bags por ejemplo tiene sus antecedentes de invención durante la segunda guerra mundial; pero en 1.952 recién aparecería la primera patente registrada por parte el ingeniero norteamericano John Hetrick a quien se le ocurrió el boceto luego de haber tenido un accidente automovilístico junto a su familia; pero a pesar que envió cartas a todas las empresas de coches ninguna le contestó porque no veían mercado ni utilidad en ello, recién el primer automóvil que usó air bags sería el Oldsmovile Toronado de 1.973 sin ningún impacto de mercado ni valoración; por ello luego de estudios de consultores de mercadeo recién se descubriría la verdadera utilidad del air bags para las rentas económicas; pues luego de una profunda investigación se concluyó que un vehículo con air bags sería más rentable que uno sin ellos y esto se debe a que los conductores ahora piensan que el vehículo cuida de sus vidas y psicológicamente se han hecho más irresponsables a la hora de conducir. Los accidentes de tránsito han aumentado dramáticamente desde que se obligó a que todo vehículo tenga air bags; pues han aumentado hasta por tres veces y la ventaja de ello es que las probabilidades del conductor de salir con vida, son mayores, Así un conductor herido o vivo, es un cliente fijo y activo porque tiene que gastar en reparaciones, sistemas de seguro y salud. Toda una garantía para los proveedores farmacéuticos y automotrices; además de multas y sanciones por parte del estado.

El COVID hizo de todo el planeta un laboratorio digital de experimentación del capital y nosotros los ratones experimentales o conejillos de Indias para universalizar la idiotez consumista.

El sentimentalismo ha remplazado a la moral y el individualismo a la ética; es más, se busca la naturalización de una sociedad sin ética y sin valores. Una sociedad del like, un confesionario del me encanta, me importa o me enoja. Ahora los fraudes son llamados “errores de buena fe” y pronto, cuando todo sea absolutamente digital lo llamarán: -Error de configuración- virus de transacción, software limitado o falla de conectividad.

Seguro ahora los sobornos, coimas, mal versaciones de fondos públicos se han normalizado y las especulaciones privadas disfrazado o legalizado.

Ya no hay ideologías, ya no hay izquierda ni derecha; ahora todo se dirige al centro de un capital venerado como un Dios y las apps, redes sociales y softwars, son su altar.