Manuela abandonó anoche el país
Aseguró no tener ninguna garantía en el país y sentirse en estado de indefensión jurídica.
QUITO. Ayer en el parque El Arbolito, en Quito, la periodista franco brasileña Manuela Picq anunció que esa tarde dejaría Ecuador y volvería a su país de origen, Brasil, en donde tramitará una visa ante el Mercosur para retornar a Quito. Picq salió a las 14:00 hacia el aeropuerto en Tababela. El vuelo fue a las 17:00.
La decisión la tomó por la falta de garantía tras la decisión por parte de la jueza Paola Ayala, de la Unidad Judicial Especializada Tercera de la Familia, a la acción de protección solicitada por la defensa de la periodista, quien buscaba anular la cancelación de la visa de no migrante que tenía vigencia hasta el pasado miércoles.
“Dada la falta de defensa Constitucional, la precariedad de mis derechos, la preocupación de mi familia y este limbo jurídico en que me encuentro, he decidido regresar a Brasil esta misma noche cerca de mi familia y con seguridad jurídica, pero continuaré con el pedido de la visa Mercosur para poder volver a Ecuador”, manifestó Manuela.
La periodista, junto con su pareja, el presidente de la Ecuarunari Carlos Pérez Guartambel, se cuestionó el porqué de que el Estado, hasta ahora, no le informa cual es el crimen que he cometido, pues consideró que no es un delito pensar ni opinar y menos amar a Carlos, líder indígena.
Aún no existe una fecha para su regreso al país, Picq aseguró que será difícil su separación con Pérez, porque “mi relación con el movimiento indígena, con Carlos (Pérez) y con Ecuador son parte de mí. Soy profundamente ecuatoriana, lo cargaré toda la vida conmigo. Pero espero estar de vuelta pronto”.
Ante esto, el presidente de la Ecuarunari, manifestó que el gran pecado de Manuela es “ser la pareja del presidente de la Ecuarunari, por eso es tanta la persecución. El correísmo no va a vivir para siempre, esto no nos va a claudicar. No nos va a ser sentir miedo, por el contrario vamos a perder el miedo y vamos a despertar con más irreverencia”, indicó.
Mientras que el dirigente indígena, Salvador Quishpe, también respaldó a Manuela y señaló que el éste caso es una prueba de segregación del Gobierno con quienes piensan distinto.
Y es que a propósito de lo sucedido el 13 de agosto, según declaraciones del Canciller Ricardo Patiño, en entrevista a Contacto Directo, se le revocaba la visa a Manuela por no haber cumplido con los requisitos que se establecen para la visa de intercambio cultural.
“La señora desarrollaba actividades políticas y de violencia, e incluso agresión al Patrimonio Histórico de Quito, ese el motivo de que se le revoque la visa”, dijo.
Tras este argumento, Manuela confesó sentirse molesta y consideró que su presencia en Ecuador ha construido, valorar el movimiento indígena, “es reconstruir el patrimonio cultural y filosófico de este país”, dijo Picq.
Mientras que el abogado de Picq, Juan Pablo Albán, manifestó que la decisión de su defendida se tomó frente a la «indefensión» de su situación legal en el país, pero que seguirán con el proceso, y rechazó la resolución de la jueza Ayala, y recordó que según el artículo 9 de la Constitución, los extranjeros en el Ecuador tienen los mismos derechos que los ecuatorianos, y que el artículo 66 numeral 13, dice que para los ecuatorianos, también para los extranjeros en el Ecuador, reunirse y manifestarse es un derecho. Por ello, agregó, no podría quitársele la visa. (VCV/La Nación)