Opinión

LULÚ TIBÁN

Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

antonioxaguirre@gmail.com

 

Honorable ex legisladora por el Movimiento Indígena, hoy, es una crítica locuaz que con su facilidad de palabra es dura, crítica de todo lo que se le ocurra, vea o escuche.

Durante la cuasi dictadura del innombrable prófugo de la justicia sufrió duras persecuciones y vejámenes a su persona, pero como el tiempo borra las heridas, parece que se está olvidando lo mal que fue tratada por gobierno más corrupto de la historia del país y lo bien que fue atendida cuando fue invitada a uno de los más prestigiosos clubes del país.

Como mujer inteligente debe haberse dado cuenta que desde que prácticamente los españoles descubrieron América sus Nacionalidades y grupos étnicos siempre fueron desunidos y marchan por sus propios caminos, según sea el interés que buscan.

Ahora dama ducha en política se asombra que Pachacutik y la Conaie estén desunidos en esta Asamblea y lanza sus flechas envenenadas contra lo que ella debe estar pensando que prácticamente se estaría regresando, que es la compra de conciencias.

Es una pena que durante los ocho años que fue asambleísta nunca estuvo en una fiesta navideña junto con sus compañeros de Asamblea, pero como todavía es joven y con buen humor aún tiene tiempo para ser nuevamente candidata, triunfar y festejar con sus compañeros en el próximo periodo legislativo.