Los peligros del ‘efecto Angelina Jolie’
Si se localiza a la paciente ideal, el test tardará varios meses en ofrecer resultados, aunque la tecnología está acortando esos plazos.
MADRID. Los oncólogos lo han bautizado como el efecto Jolie y no es otra cosa que el aumento en cerca del 30% de las mujeres que solicitan hacerse un test genético para conocer si tienen un mayor riesgo de cáncer de mama, como la famosa actriz.
Los médicos no se cansan de repetirlo: para someterse a este test genético, una mujer ha de cumplir una serie de requisitos y, en el caso de una persona sana, la prueba no tendrá sentido si no se ha realizado antes a un miembro de su familia ya afectado por la enfermedad.
Es lo que se denomina el caso índice, como explica Carmen Guillén, de la sección de Cáncer Hereditario y Consejo Genético de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). “En casos excepcionales, se podría hacer una prueba a una mujer sana sin que se haya detectado la mutación en un familiar, pero no es lo habitual; es muy difícil encontrar una mutación en personas sanas”, afirma.
Los test genéticos en busca de estas mutaciones se sugieren si se diagnostica un cáncer de mama u ovario en una persona menor de 35 años, sin historia familiar; si existe un cáncer de mama en varón asociado a otros cánceres; si una mujer padece a la vez cáncer de mama y ovario; si hay casos de cáncer de mama u ovario en al menos dos familiares, siempre y cuando uno de ellos sea menor de 50 años, o si en una misma familia hay tres o más casos de cáncer de mama u ovario, independientemente de la edad.
Pero, ¿qué ocurre desde que se pone sobre la mesa la posibilidad de tener estas mutaciones hasta que se toma una decisión? Se trata de un proceso largo. Para la realización de las pruebas, la persona ha de ser derivada a una Unidad de Consejo Genético (UCG),disponibles en todas las comunidades autónomas.
“Solo hasta llegar ahí pueden pasar varios meses”, señala el director del Programa de Genética del Cáncer Humano del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas CNIO, Javier Benítez, que calcula entre seis y 12 meses el plazo que puede transcurrir hasta que se reciban los resultados desde esa primera consulta en la UCG.
Porque antes de que la paciente se someta a la prueba que ha popularizado Jolie, los especialistas tendrán que hacer un detallado árbol de familia, en busca de ese caso índice ideal. «Se trata de encontrar a la paciente de cáncer viva más joven porque, si es mayor, puede que su cáncer se deba a una fenocopia o, en otras palabras, que lo haya desarrollado porque le tocaba», explica Benítez. (Internet/ La Nación)