Opinión

Los golpes se sentirán poco a poco

Luis Hidalgo Vernaza

luishidalgov@gye.satnet.net

El impuesto que generan las Salvaguardias lo irá sintiendo el pueblo en el transcurso del tiempo. Aun hay ciertos productos que se consiguen al mismo precio anterior por el temor que ha infundido el gobierno con los controles que está realizando a través de diferentes autoridades.

El cuento de que los afectados serán los pelucones y que el pueblo no sentirá el alza de lo que consume, es algo que quedará desvirtuado en muy poco tiempo. De una u otra manera el círculo se cierra, al punto de que el incremento de los precios tendrá de producirse.

Cierta funcionaria que es el postre de toda comilona en este gobierno, decía que no tiene porqué verse afectada la industria de la construcción, ya que los materiales no se ven inmersos en el incremento de los impuestos. A quien se puede engañar con esto, si todos los elementos son motivo de transportación y han subido las llantas, los repuestos y otros insumos que se utilizan por parte de los transportistas. ¿Será acaso que los materiales eléctricos, sanitarios, etc, no subirán su precio? ¿El gobierno volverá hacer alguna importante adquisición de focos ahorradores, ya que en el país no existe su fabricación?

Esperemos que se inicie el año escolar en la costa y que los padres de familia comiencen su vía crucis para adquirir los útiles para sus hijos; ¿será entonces cuando sientan en los bolsillos lo que son las Salvaguardias?… Es cuestión de tiempo.

Se ha metido mucha publicidad respecto a que existen fábricas que producen: lápices, crayolas, cuadernos, etc, como si sólo estos materiales son los utilizados en la educación; no se dice nada de libros o folletos educativos. Los uniformes tanto para los varones como las mujeres, tiene componentes que se importan para su confección; tampoco se toca lo que es la Educación Superior como las universidades, en la que existen laboratorios y otros insumos.

Hace pocos días regresé de un viaje por cierta parte de nuestra serranía donde era muy fácil adquirir cierto tipo de tejidos a precios bastante módicos, así como frutas y verduras que se vendían incluso al borde de la carretera o en las llamadas ferias de fin de semana; hoy ya se siente muy fuerte los cambios de precios, y no lo digo yo, lo pregunte a la misma gente de la zona. El descontento va en aumento poco a poco.

Otro tema que se trata de vender al pueblo es que luego de 15 meses las cosas variarán, incluso que puede bajar aún más el petróleo y que el país no se afectara. En contra de lo que dice la ley física que todo lo que sube tiene que bajar, en el caso del mercado es diferente, muy difícil es que aquellos que subió de precio, luego baje. Lo importado ya se lo gravó con un arancel mayor, así que mal se lo podría vender perdiendo; incluso lo que se fabrique en el país usando materias primas tendrá que subir de lo que no hay vuelta.

El golpe en el bolsillo se sentirá. El poder adquisitivo de la gente será cada día menor. Si la situación mundial se complica por múltiples factores que son difíciles de pronosticar, las cosas como se dice vulgarmente se tornaran color de hormiga. ES CUESTIÓN DE TIEMPO, POCO A POCO

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