Los chicos problema
Verónica Gallardo
veronicagallardo.chi@gmail.com
Andrés (1), un adolescente de 13 años asiste a consulta por presentar serios problemas conductuales. Andrés ha sido expulsado del colegio recientemente por presentar bajo rendimiento escolar, mala conducta y abuso de sustancias. La mamá de Andrés refiere comportamiento agresivo, desinterés y rebeldía. Al hablar con Andrés y conocer más a profundidad el caso me encuentro con un adolescente que presenta un vacío emocional muy profundo y una gran necesidad de afecto; pero eso no es todo con lo que me encuentro. De manera paralela a la historia de Andrés se desenvuelve una compleja historia familiar de abandono y negligencia. Una intervención terapéutica destinada a resolver los conflictos de un “Chico Problema” se transformó en una intervención terapéutica destinada a tratar los conflictos subyacentes que se formaban a nivel del sistema familiar. Andrés, la parte más vulnerable de la cadena, manifiesta la sintomatología de una problemática que va más allá de lo observable. Los problemas conductuales que presenta este adolescente actúan como una advertencia, como un llamado de atención hacia algo más significativo.
Todos los individuos somos parte de un sistema, entendiéndose el sistema como un organismo con componentes en constante interacción. El núcleo familiar es un organismo vivo conformado por quienes interactúan dentro de el. Andrés, dentro de su núcleo familiar ocupa una posición desde la cual interactúa con los otros miembros del núcleo y conforma su identidad. Si estamos en constante interacción quiere decir que no nos encontramos aislados de aquellos con quienes conformamos nuestro sistema. Es decir, el comportamiento de Andrés se encuentra relacionado con el comportamiento de Mamá, Papá y hermanos. El ser humano se encuentra en constante interacción con varios elementos en su entorno. No se encuentra aislado sino que forma parte de varios sistemas y como parte de estos, se debe prestar especial atención a sus procesos de comunicación e interacción. Según el enfoque sistémico, la alteración de estas interacciones, los patrones de comunicación y los estilos relacionales dan como resultado problemáticas como las que presenta Andrés. Comprender que un comportamiento no se encuentra aislado nos permite tener una aproximación distinta al momento de manejar una situación de este tipo. No se trata de un individuo se trata del las interacciones que a nivel consciente o inconsciente se pueden estar dando dentro del sistema familiar, como en este caso.
El estigma del Chico Problema es una etiqueta que poco a poco se puede convertir en una parte dominante y arraigada de la Identidad. Reforzar la creencia de que Andrés es un adolescente problemático ayudará a moldear su conducta de forma negativa. Resolver la situación que se presenta con la ayuda de un profesional es tan sólo una parte. Es necesario el involucramiento del sistema familiar como un gestor activo del cambio, comprendiendo que muchas veces lo que vemos no es realmente el fondo sino apenas la superficie. Cuando la familia de Andrés comprendió que las dinámicas inconscientes de interacción que se manejaban en el núcleo familiar alimentaban y reforzaban la conducta negativa se pudo mejorar a nivel de sistema, dejando de lado las etiquetas y resolviendo los conflictos como lo que somos: un sistema.
(1)Nombre ficticio