Qué son los celos retroactivos y cómo pueden arruinar una relación
Por primera vez a mis veintitantos, yo, Zachary Stockill, nacido en Canadá, estaba enamorado.
Una tarde, mi novia y yo hicimos lo que miles de parejas hacen cuando comienzan a salir: hablar sobre su pasado.
Y ambos recordamos a nuestras parejas anteriores. Pero en medio de esa conversación, algo se movió dentro de mí, algo saltó dentro de mi cabeza.
Su relato no tuvo nada inusual, ni revelaciones escabrosas ni detalles demasiados precisos. Pero, extrañamente, algo cambió.
Sus historias de amor, las del pasado, se convirtieron de repente en el único tema en que podía pensar.
La mayoría de nosotros tiene una noción de lo que son los celos «normales», que se podrían definir por la sensación que invade tu cuerpo cuando ves que tu pareja atrae la atención de alguien en cualquier sitio, por ejemplo, o cuando el nombre de otra persona comienza a aparecer en todas las conversaciones.
A la mayoría de las personas no les gusta imaginar a sus compañeros con alguien más, como por ejemplo, un exnovio.
Pero lo que me pasó a mí fue completamente diferente.
Mi pasado romántico, debo decirlo, es más «colorido» que el de ella, pero el pensamiento de que ella hubiera tenido relaciones sexuales con otra persona que no fuera yo comenzó a invadirme.
No lo sabía entonces, pero tuve lo que se llaman «celos retroactivos».
Y las cosas se pusieron peor: con «películas» en mi cabeza donde la imaginaba a ella y a su ex en la cama como si eso estuviera ocurriendo ahora mismo, frente a mí. Como si ella me estuviera engañando.
Su pasado, de un día para otro, se convirtió en mi presente.
Si íbamos a comer a un restaurante me preguntaba si ella y su exnovio habían ido a ese mismo lugar antes. Y si entrábamos a un hotel, de repente me cuestionaba si ella y su expareja habían tenido sexo allí.
Sus novios anteriores eran lo primero en lo que pensaba en la mañana al despertar y lo último que pasaba por mi mente antes de dormirme.
Y las redes sociales solo ayudaron a magnificar la sensación de frustración. Me convertí en un detective de internet.
En Facebook, busqué las fotos que había publicado antes de conocerme, leí los comentarios, traté de identificar a las personas que estaban allí y qué significaban en su vida.
O adivinaba si eran, por el contrario, una aventura no revelada del pasado.
Vergüenza
Pero esto era parte de mi mundo privado. Porque lo que hacía, día a día, mientras avanzaba nuestra relación, no era algo de lo que me sintiese orgulloso.
Le preguntaba cosas de su pasado todo el tiempo con una intención tenebrosa: trataba de hacerla sentir culpable por sus relaciones anteriores.
Y lo que era peor, ella no me juzgaba ni medianamente igual por mis parejas previas.
Era muy duro con ella. Trata de imaginar que tu pareja constantemente te atormenta sobre tu pasado, juzgándote. Y además, te hace sentir mal sobre lo que hiciste antes de conocerla, obsesionado con temas que ya no importan más, cosas tontas, insignificantes.
A pesar de este comportamiento, la mayoría de las veces ella mantenía la calma y me decía, de forma amorosa, que yo ocupaba un lugar muy especial en su corazón.
Ese argumento funcionaba por poco tiempo, porque yo siempre volvía con las preguntas y los pensamientos sobre el pasado.
Aunque nuestra relación duró un par de años más, finalmente se acabó. Mis celos fueron un factor importante.
¿Qué se puede hacer?
Para la consejera y sicóloga Ammanda Major, este tipo de celos son bastantes diferentes a los que sufren muchas personas en general.
«Una persona tiene ‘flashbacks’ de cosas que nunca vio. Y por esa razón, se obsesiona con el hecho de saber la ‘verdad’ de lo que ‘realmente ocurrió’ entre su pareja y sus anteriores relaciones», dijo Major.
«Esto puede conducir a una relación donde se presenten abusos y conductas violentas. Lo más recomendable es buscar ayuda profesional», agregó.
BBC