Dr. Jorge Norero González/Guayaquil 

 Ex Alcalde de Guayaquil.

 

 

 

Que exista una Ley autónoma, que pueda recuperar fortunas, creadas con orígenes ilícitos, del pasado, presente y futuro, seguramente pondrá las barbas en remojo, de todos aquellos delincuentes, camuflados en la impunidad que, en su momento, eran audaces atracadores de fondos públicos, robos de herencia, evasión tributaria, contrabando, etcétera… 

Hay una larga Lista, por ejemplo, de muchas familias, cuyos antecesores hicieron verdaderas fortunas, producto del contrabando, pero que hoy son grandes banqueros, ganaderos, empresarios, camaroneros, bananeros, inversionistas en bienes y raíces… 

Hay otras familias, que en muchos gobiernos fueron funcionarios, y hoy son empresarios atuneros, los grandes dirigentes de las cámaras de la producción, camaroneros, bananeros, etcétera… 

Sin lugar a dudas, la mayoría de las grandes fortunas del Ecuador y por qué no decirlo en el mundo, son producto de orígenes ilícitos, pero lo verdaderamente positivo de esta Ley, es generar la opción, para que todos aquellos nuevos ricos, de los últimos 40 años, desde la vuelta a la democracia, justifiquen sus grandes fortunas, devuelvan impuestos no pagados, y luego de pagar multas y sanciones pero al Estado, y no a jueces o fiscales corruptos, impere la ética y la decencia entre todos nosotros… 

Cuidado, esta Ley se convierte en una excusa para perseguir por odios políticos, a adversarios, lo que provocaría una cacería de brujas, o en otra herramienta para dejar en la impunidad a grupos vinculados al poder, y siga reinando aquel viejo adagio, la justicia sólo para los de poncho y para los más pendejos que no tengan padrino, y no se puedan bautizar…