Con el ejemplo de la elegancia de su madre, estas dos pequeñas han sufrido una evolución en sus estilismos. El cambio de niñas a pre-adolescentes está por llegar, y ya dejan entrever su propio gusto por la moda.

Los Premios Príncipes de Asturias cambian su nombre para rebautizarse como Premios Princesa de Asturias, en honor a la que ahora es su presidenta. A sus ocho años, Leonor de Borbón Ortiz crece a pasos agigantados, en gran medida gracias al reciente reinado de su padre, Felipe VI, y por tanto de su madre, la reina Letizia. Ahora le toca a ella ocupar una era en la que, el que fuera príncipe de Asturias dio un paso más en su carrera para convertirse en monarca de todos los españoles.

Desde su nacimiento hasta hoy ha estado rodeada de cámaras que, sin perder detalle, han grabado y fotografiado cada uno de sus movimientos y puestas en escena. Cuando nacía su hermana pequeña, la infanta Sofía, ya eran dos rostros los que acaparaban todos los flashes. De repente, en vez de una, dos muñequitas rubias y con el mismo atuendo aparecían ante el pueblo con una mirada inocente que enamoraba a todo el país.

Cuando eran más pequeñas, el estilismo se repetía exactamente en sus pequeños cuerpos, luciendo siempre el mismo vestido, pichi o blusa y bermuda pero en diferentes tallas. No han abusado demasiado del rosa pastel tan típico en niñas de su edad, pero sí del estampado floral, del blanco y del azul marino. Sus marcas favoritas en esa temprana edad era Nanos, modernizando sus looks con el paso del tiempo y decantándose más por marcas low cost como Zara y Mango Kids. También podemos ver en sus armarios prendas de Flamenco, Tizzas y Dulces. Para las grandes ocasiones su imprescindible es Pili Carrera.

En cuanto a calzado, su must have son las bailarinas, siempre combinadas, aunque normalmente en color nude. También utilizan mucho las abarcas menorquinas en temporada estival. Aunque en el posado del palacio de Marivent de este verano, nos sorprendían con unas sandalias de ligera cuña con ‘strass’ y en dorado. Un complemento muy ‘chic’ que seguro que encantó a las pequeñas.

Se nota que ambas van creciendo y, por lo tanto, sus outfits se van modernizando. Aunque en los actos oficiales sigan luciendo vestiditos de princesa (nada más a cuento), en posados más informales y en paseos por la ciudad pueden apreciarse prendas más de sport, como jeans y tops con prits divertidos, acompañados de complementos como fulares, que les aportan un toque fresco y urbano.

Sin duda alguna Sofía y Leonor han conseguido encandilar nuestros corazones, por lo angelical de sus ojos azules, de sus melenas rubias, de su actitud espontánea y de su estupendo gusto al vestir.

Gracias a las operaciones de estética y de sus asesores de moda, ha llegado a convertirse en una mujer sofisticada y elegante, referencia de buen gusto en lo ancho y largo del globo terráqueo. Ese savoir-faire se ha visto reflejado en sus hijas, sobre todo en Leonor, la mayor.

Ha heredado el estilo sobrio y elegante de su madre, e incluso la actitud, siempre correcta y en su sitio. Dista de ella Sofía, la pequeña, que se muestra más risueña y natural ante las cámaras.(Internet/La Nación)