Las concesiones a puro dedo
Antonio Aguirre M.
antonioxaguirre@gmail.com
Las futuras posibles concesiones de los puertos de: Posorja a D.P. World de Dubai y Puerto Bolívar al consorcio Turco Yilport que con un dedazo serían entregados a 50 años va a traer mucha polémica y ya empezaron las críticas.
Instituciones nacionales e internacionales ya están cuestionando las futuras inversiones invocando la crisis mundial.
Si los inversionistas participan en licitaciones correctas, con términos de referencia bien establecidos y vigencias de plazos normales o acostumbradas y ganan en buena lid arriesgando su inversión en esta época de crisis internacional es su responsabilidad y responderán con sus garantías.
Los puertos son considerados como sitios estratégicos nacionales y como tal su concesión debe de ser bien estructurada y no correr el riesgo de jugar con fuego en una mala adjudicación. Hay malas experiencias en las concesiones de Esmeraldas y Manta, otro fracaso más sería imperdonable para las autoridades.
La construcción del puerto de Posorja y la ampliación con reconstrucción del Puerto Bolívar con su respectivo dragado, no es cosa de meses sino de años y bien deben saber los pesimistas que las crisis son cíclicas, luego viene la recuperación y cierra el ciclo con la bonanza.
Más se deberían de preocupar las instituciones descontentas en presionar para que se realice el dragado del canal de acceso al puerto de Guayaquil y la demolición de los goles ofrecida hace algunos de años.
Conociendo la problemática portuaria y los personajes que intervienen es fácil suponer de quién está atrás, se trata de él mismo que siempre defiende intereses personales o de grupos de poder económico, me pregunto: ¿Por qué antes la intervención de la D.P World de Dubai era buena y ahora es mala?
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