Cómo la tecnología del hogar se ha convertido en una peligrosa arma en manos de los abusadores domésticos
El timbre suena pero cuando abres la puerta no hay nadie. De repente, empieza a sonar una música estruendosa, al tiempo que las luces se apagan y el aire acondicionado se enciende solo. Y, sin que lo sepas, todo el tiempo alguien que no está ahí te está mirando.
Desde hace un tiempo las organizaciones de asistencia a mujeres maltratadas han estado recibiendo llamadas inusuales.
«Nos decían que sentían que estaban perdiendo el control sobre sus propias casas», le contó recientemente al diario The New York Times Graciela Rodríguez, quien maneja un refugio de emergencia para mujeres en California.
«Recién tras pasar unos días aquí en el refugio se daban cuenta de que estaban siendo abusadas», señaló.
La tecnología inteligente en los hogares (conocida en inglés como smart home technology) fue concebida para hacernos la vida más cómoda y segura, pero se ha convertido en un arma que usan muchos abusadores para torturar a sus parejas.
En 2017 la organización británica de ayuda a mujeres Refuge, advirtió sobre el aumento de lo que llamó «abuso tecnológico»: el uso de la tecnología para espiar o acosar a parejas.
Hasta ahora la forma más tradicional de abuso tecnológico tenía que ver con el acoso a través de mensajes instantáneos, correos electrónicos o publicaciones en redes sociales.
Algunas víctimas también han sufrido hackeos a sus cuentas personales o a sus teléfonos inteligentes por parte de parejas o exparejas.
Pero una nueva forma de abuso doméstico, que fue resaltada en el artículo de The New York Times, utiliza la tecnología para un fin aún más sádico: el terror psicológico.
BBC